por Tanto el embarazo como el propio parto han constituido procesos de actividad biológica muy intensa para la mujer. Por ello, volver a la “normalidad” no es algo que se rápidamente ni que ssuceda de igual forma en todas las mujeres que han tenido un bebé. Hay que tener en cuenta que el cuerpo fue sometido a muchos cambios y que necesita tiempo para reponerse; esto incluye la regulación del ciclo menstrual. La primer menstruación después del parto marca un momento concreto en la recuperación fisiológica de la mujer. Es fundamental seguir las indicaciones del médico y mantener un estilo de vida saludable para lograr una recuperación completa.
Después de haber dado a luz, suele pasar un tiempo hasta que el cuerpo vuelva a su estado anterior. Las hormonas que regulan el ciclo se mantienen en niveles bajos, puesto que después del parto siguen priorizándose aquellas hormonas que ayudarán en el proceso de amamantamiento del recién nacido. La prolactina, de hecho, es esa hormona que va de la mano de la lactancia, ya que es la encargada de ordenar la producción de leche. Esta misma hormona inhibe la función ovárica, evitando los ciclos menstruales. A nivel físico, se produce justo después de dar a luz la denominada cuarentena. Este periodo está caracterizado por la acomodación de todos los órganos internos a su estado anterior al embarazo. Durante la cuarentena no se reactivan todavía los ciclos menstruales, por lo que no hay menstruación posible.
Es por eso que no hay una fecha exacta para que esta primer menstruación aparezca. Cada mujer es un mundo, y no hay una norma estricta que pueda ser aplicada a todas. Lo que sí se ha demostrado es que la lactancia materna puede retrasar ese momento. Se estima que aproximadamente entre la semana 7 – 8 después del parto, las mujeres que no amamantan a sus bebés, suelen recuperar sus ciclos con relativa normalidad. Sin embargo, par las madres partidarias de la lactancia materna se suele retrasar ese momento hasta después de los 3meses de haber dado a luz.
Cuando acabamos de dar a luz pueden aparecer pérdidas de sangre por la zona vaginal. Estas pérdidas no son de menstruación. Se trata de un sangrado normal durante cuarentena o puerperio que se conoce con el nombre de loquios del postparto y cuyo fin es expulsar los restos de placenta, moco cervical y secreciones. Probablemente, la aparición de la primer menstruación no sea igual a las menstruaciones anteriores. El cuerpo ha pasado por cambios muy grandes, por lo que es probable que esta vez pueda doler más o sea más irregular en el flujo. Esto es completamente normal.
Un dato curioso de esta primera regla es que no es raro que aparezca sin que haya habido un óvulo de por medio. Este fenómeno hace confiar a muchas mujeres en que no se podrán quedar embarazadas. Sin embargo, ¿cómo sabemos si ha habido o no óvulo? No podemos saberlo. Los expertos recomiendan ser precavidos durante las relaciones sexuales después del parto. Por otra parte, la menstruación no afecta a la lactancia. Se puede dar el pecho y tenerla sin que esto implique ningún tipo de cambio en la calidad de la leche. En cuanto a la cantidad producida, puede verse disminuida durante la menstruación, aunque no debería ser de manera considerable. Eso sí, en caso de ver que la cantidad de leche se reduce a un nivel que deja de servir para la alimentación del recién nacido, es importante acudir al médico.
