30 de abril de 2024

¿Por qué las redes sociales generan estrés en muchas madres?

Sin embargo, las redes sociales se convierten en un arma de doble filo porque lo que sucede cuando las fotos no reciben tantas interacciones como la mamá espera termina provocando estrés, inseguridad y una sensación de gran amargura. Las madres más propensas a buscar esa validación externa como madres suelen experimentar más síntomas de depresión indirectamente tras tener más actividad en Facebook. Un mayor uso de Facebook está relacionado con más estrés para las madres primerizas. ¿Esto a qué se debe? El no conseguir tanta interacción positiva online puede resultar frustrante. Incluso, puede afectar a la autoestima de la persona en cuestión que se pregunta qué está haciendo mal. Por otro lado, en redes sociales es imposible no compararse con otros y esto puede hacer que nos sintamos aún más presionadas o devaluadas.

Por qué no es conveniente compartir fotos de nuestros hijos en las redes sociales

Si bien estamos más que orgullosas de nuestro bebé y deseamos que todos lo vean, antes de subir una foto del chiquito/a bebé o un niño a una red social, har que recapacitar.

Algunas de las razones por las que no deberíamos compartir fotos son:

  • La opinión de los niños: Está claro que ahora mismo nuestro hijo, sobre todo si es un bebé, no va a decir nada de que hayamoss publicado una u otra foto. Es posible que a nosotras nos encante esa imagen que hiciste al cambiarle el pañal, pero en un futuro, a nuestro hijo puede no resultarle tan divertida. Tenemos que plantearnos estas preguntas: cuando sea mayor, ¿le gustará saber que esa imagen está a la vista de cualquiera? ¿estamos vulnerando sus derechos de imagen o intimidad? No podemos olvidar que, por mucho que sea nuestro hijo, la vida privada de un bebé es suya, no nuestra. Y, por lo tanto, debemos respetarla.
  • Existen peligros : Por muy desagradable que nos resulte hablar sobre ello, no podemos ponernos una venda para no ver a todos los pederastas y pedófilos que existen en Internet. Antes, se acercaban a los niños en los parques, pero ahora tienen a su disposición un gran número de fotos y vídeos que los propios padres colgamos en las redes sociales. Hay quien piensa que al tener sus perfiles de las redes sociales privados, nadie que no esté en su círculo de seguidores verá las fotos que comparta. Sin embargo, debemos tener en cuenta que un gran número de dispositivos móviles están hackeados (más de los que podríamos esperar). Puede que tengamos la suerte de que nuestro celular esté libre de virus, pero ¿qué sucede con los aparatos de todos y cada uno de nuestros que tiene acceso a las imágenes de nuestro hijos?

  • Damos pistas de nuestra vida sin querer: ¿Acaso le diríamos a un desconocido a qué colegio va nuestro hijo, qué actividades extracurriculares realiza o qué horario tiene? Sin buscarlo, esta es parte de la información que estamos regalando, por ejemplo, cuando publicamos una foto del pequeño saliendo del colegio o con el uniforme puesto.
  • Perdemos el control de las fotos que publicamos: Una vez que compartimos una imagen en Internet, perdemos todo control sobre ella, por lo que nunca sabes a dónde y a quién podría llegar. Como norma general, los expertos suelen recomendar no publicar nada que no nos gustaría que todo el mundo (nuestro jefe, un desconocido, nuestros padres, vecinos… etc, las llegara a ver.

Esto significa que no debemos dejar de utilizar Facebook y otras redes sociales pero, sí que debemos empezar a utilizarlas con sentido común para que nadie, ni las madres, ni los niños, se vean perjudicados de ninguna manera.