29 marzo, 2024

¿Qué es un embarazo anembrionario?

Se trata de un tipo común de aborto espontáneo. Este sucede cuando el óvulo fecundado se implanta en el útero pero no se desarrolla. El cuerpo de la mujer detecta la anormalidad y lo expulsa de forma natural en la mayoría de los casos. Puede ser detectado a través de una ecografía alrededor de la semana 7 de gestación, aunque en ocasiones se produce el aborto y la mujer puede confundirlo con la menstruación. No es una condición que se pueda prevenir, pero los últimos estudios han relacionado el embarazo anembrionario con una deficiencia de ácido fólico y vitaminas B o K, y con la edad de la mujer : a mayor edad existe una mayor probabilidad de tener un embarazo de este tipo.

El 50% de las pérdidas del embarazo durante el primer trimestre están asociadas a esta causa. Las células comienzan a desarrollarse y forman el saco amniótico, pero no el propio embrión. Por lo general, esto sucede en el primer trimestre del embarazo, y hasta antes de que la propia mujer sepa que está embarazada, en la semana 5 o 6. Sin embargo, el cuerpo sigue produciendo hormonas durante algunas semanas más. Es probable que la mujer sienta los primeros síntomas de embarazo, como la falta del período menstrual o un test de embarazo positivo. Esto se debe a que la placenta sigue creciendo y se puede encontrar la hormona gonadotropina coriónica (hCG), conocida como hormona del embarazo, en la orina.

que es un embarazo anembrionario

Debido a que la placenta comienza a secretar hCG, aparecerán los primeros sintomas de un embarazo normal, como cansancio, náuseas o dolor en los pechos. Además, también pueden presentarse calambres abdominales similares a los de la menstruación. Por lo general, el saco gestacional se expulsa al final del tercer trimestre, aunque puede suceder antes. Esto es lo que produce el sangrado vaginal. Para realizar el diagnóstico suele ser necesario una prueba de ultrasonido donde se verá el útero o el saco gestacional vacío a las 7 semanas de embarazo. Generalmente, el ultrasonido se repite en 48 o 72 horas, para descartar un error en la fecha de la última menstruación y que el embarazo tuviera menos semanas de desarrollo, ya que con pocas semanas es normal que el embrión no se vea. Lo mismo sucede si se toma una muestra de sangre, (esta debe repetirse a las 48 horas) y, si los niveles de la hCG no aumentan e incluso comienzan a disminuir, quiere decir que el embarazo se ha visto interrumpido. Por lo general, el propio cuerpo de la mujer puede expulsar el saco gestacional. Sin embargo, en ocasiones el médico puede aconsejar utilizar medicación para expulsarlo o bien, recurrir a un raspado uterino para eliminar por completo todo los tejidos relacionados con el embarazo anembrionario.

La causa principal es la alteración genética que sucede durante la fecundación. Las alteraciones cromosómicas más frecuentes son las trisomías autosómicas, monosomía X y poliploidias, que dependen de factores como la edad de la madre, fertilidad tardía o traslocaciones equilibradas de los padres. Aunque el embarazo anembrionario no se puede prevenir, sí se ha comprobado que la frecuencia de abortos y trastornos del embarazo aumentan a partir de los 40 años de la mujer. Existe un 15% de probabilidad entre los 30 y 40 años y, a partir de los 40, la probabilidad de tener un embarazo anembrionario aumenta hasta un 51%. También se lo asocia con niveles bajos de ácido fólico y vitaminas B o K en la mujer.

El embarazo anembrionario no puede ser evitado y, en la mayoría de los casos sólo se produce una vez. Por lo tanto,  la mujer podrá tener un embarazo normal si vuelve a intentarlo. Los médicos suelen recomendar esperar al menos 3 ciclos menstruales regulares antes de intentar concebir de nuevo después de cualquier tipo de aborto involuntario. A pesar de que nunca existió un feto, la mujer puede sentir que realmente ha perdido a su bebé. Es posible, que en estos casos necesite un tiempo mayor para recuperarse a nivel psicológico y volver a intentar quedar embarazada.