19 marzo, 2024

El desarrollo del habla

El desarrollo del habla en nuestros hijos es algo que los padres esperamos con ansias y celebramos cuando finalmente los escuchamos expresar las primeras palabras. Sin embargo, algunos niños tardan más en hablar que el resto. Muchos padres posponen buscar ayuda profesional con la esperanza de que sus hijos comiencen a hablar. A no ser que observen retrasos en otras áreas del desarrollo infantil, los papás pueden tener dudas sobre si deberían o no solicitar ayuda profesional. Algunos justifican el retraso del habla de su hijo diciéndose a sí mismos que “con la edad, ya lo superará” o que “a su hijo le interesa más moverse que hablar”.

Saber qué es “normal” y qué no lo es en el desarrollo del habla y del lenguaje puede ayudar a dilucidar si uno debería preocuparse o si su hijo está evolucionando correctamente. Es importante hacer preguntas al respecto al pediatra en cada una de las visitas programadas con regularidad, así como también conversar sobre otros aspectos del proceso evolutivo. Puede ser difícil saber si tu hijo solo es inmaduro en su capacidad para comunicarse o tiene algún problema que requeriría atención profesional.

Antes de los 12 meses, los niños utilizan la voz para relacionarse con el entorno. El balbuceo es una fase inicial del desarrollo del habla. Cuando los bebés crecen (a menudo en torno a los nueve meses), empiezan a unir sonidos, a incorporar las distintas entonaciones del habla y a decir palabras como “mamá” y “papá” (sin entender realmente lo que significan).

Aunque existen diferencias, la mayoría de los niños dicen unas 20 palabras cuando tienen aproximadamente 18 meses y unas 50 o más cuando cumplen 2 años. En torno a esta edad, empiezan a combinar dos palabras en frases muy simples, como “bebé llorar”. Entre los 2 y 3 años, ocurre una “explosión” en el habla. El vocabulario de tu pequeño debería crecer considerablemente y debería combinar de forma sistemática tres o más palabras en frases más largas. Para los 3 años, un niño debería empezar a entender órdenes simples, como también empezar a identificar colores y a entender conceptos descriptivos. Si llegada esta edad, el niño no emite sonidos o carece de formas de comunicación, consultar con un profesional es lo más adecuado. Los problemas de habla tomados a tiempo pueden solucionarse normalmente a través de terapias simples.