19 marzo, 2024

¿Cuánto sabemos los padres sobre los riesgos de Internet?

No es ninguna novedad que hoy vivimos conectados, ya es un hecho irrefutable. Los riesgos de la vida «real» y «palpable», están presentes también en el mundo virtual. Hemos escuchado sobre los riesgos de compartir nuestras historias, fotos, datos y, sobre todo, de aceptar desconocidos en nuestro Facebook, Instagram, Twitter, o cualquiera de la redes sociales que hoy abundan.Sin em bargo, seguimos como si nada sucediera, tuiteando, publicando, haciendo declaraciones «públicas» en la virtualidad, subiendo fotos de nuestra vida cotidiana. Nos gusta, es parte de sentirnos parte y de hacer comunidad.

¿Qué sucede cuando dejamos a la deriva de internet a los menores de edad?

Muchos resultados de estudios aportan datos relevantes que nos provocan poner atención y saber que estamos a tiempo de tomar las riendas del tiempo que pasan nuestros hijos en inernet, pero sobre todo de saber qué hacen y de motivarlos a crear y no solo a consumir contenidos.

En promedio, el 76% de estos dispositivos móviles (tablets y smartphones) los usan diariamente después de hacer la tarea; aunque un 41% de quienes tienen teléfonos celulares y un 27% de quienes tienen tablets, los utilizan por las mañanas, antes de tomar el desayuno, con o sin autorización de los padres. De acuerdo con datos de la organización internacional Save The Children, en los últimos 2 años se han registrado más de 80 mil casos de grooming (se le llama así al proceso mediante el cual una persona adulta crea un perfil falso en la red para contactar a menores de edad con fines sexuales). Esta problemática se agrava si consideramos que 80% de los menores aceptan a desconocidos como amigos en las redes sociales, de acuerdo con la misma ONG.

Cuatro de cada diez papás y mamás saben y/o entienden exactamente que es el grooming, al mismo tiempo que 2 de cada 10 han sabido de situaciones incómodas que han enfrentado sus hijos o hijas en Internet, y  se han enterado de casos en los que alguien sufrió una experiencia de este tipo en línea. Un acosador requiere de solo 12 minutos para convencer a un menor de quitarse la ropa frente a la pantalla ya sea para satisfacerse a sí mismo o comercializar sus imágenes.

Es realmente alarmante que 3 de cada 10 padres no sabe o no recuerda -según este estudio- si usa alguna medida o filtro de seguridad para la navegación de su hijo o hija en Internet. El 60% de los papás y mamás aprovechan el tiempo que sus hijos o hijas están conectados en línea para realizar otras actividades, trabajar o descansar, dejándolos sin supervisión alguna.

Las principales preocupaciones que reportan los padres y madres suelen ser:

  • Tengan acceso a imágenes de violencia
  • Chateen con extraños
  • Vean pornografía
  • Compartan información
  • Interactúen con perfiles falsos
  • Compartan fotografías.

Las redes sociales son consideradas como el principal medio de riesgo por padres y madres para los menores (89%), seguido de páginas de Internet y chats. Pese a ello, el estudio informa que 2 de cada 10 niños en nuestro país entre los 7 y 12 años de edad, tiene una cuenta propia dentro de una red social, 90% de ellos en Facebook.

En 2011, Facebook informó que cerró, a nivel mundial, aproximadamente 80 mil cuentas creadas por menores de 13 años, edad mínima para ser usuario legal de la plataforma, sin embargo, estima que aún existen más de 5 millones de niños con un perfil activo. Por su parte la red social Twitter informó recientemente que cerrar los perfiles pornográficos que alberga esta plataforma equivale a eliminar, cada mes, entre el 1 y 2% del total de cuentas, es decir, aproximadamente 10 millones de ellas.

Entre las acciones más comunes que llevan a cabo los padres y madres de familia están: establecer límites relacionados con cuándo usar los dispositivos y la conexión a Internet. Si bien algunas de las medidas más mencionadas son la revisión del historial de navegación (86%) y entre aquellos que sus hijos o hijas tienen una red social dar seguimiento a las publicaciones (96%), ambas medidas no evitan las prácticas de riesgo durante su permanencia en línea como el acceso a sitios web inadecuados para su edad y contacto con personas desconocidas.

RECOMENDACIONES

  • Fomentar la comunicación en casa. Ninguna recomendación funcionará si no hay comunicación entre padres e hijos, si no nos preocupamos por elevar su autoestima; si un niño o niña se siente desatendido, poco valorado o querido, si no les damos las herramientas necesarias para su auto cuidado.
  • Advertir de forma clara a niños y niñas sobre el tema. Abrir canales de confianza para hablar de forma clara acerca de los riesgos en línea, resolver dudas y generar empatía. Recordarles que no todo lo que se encuentra en la red es confiable y veraz.
  • Informarse para poder prevenir. Madres, padres, tutores debemos saber qué son y en qué consisten cada uno de los riesgos en línea, cómo suceden y de igual forma cómo prevenirlos.
  • Actualizarse tecnológicamente. Conocer la tecnología, cómo controlar los aparatos que ponemos en manos de nuestros hijos. Investigar los diferentes dispositivos que se usan en casa o que están de moda.
  • Conocer a fondo las redes sociales y no adelantar su incursión en ellas. Debemos conocer a detalle el funcionamiento de todas, especialmente las más nuevas y recientes. Es importante entender cómo funcionan, si tienen o no candados de privacidad y herramientas de protección.
  • Saber qué aplicaciones, juegos y sitios web presentan nuestros hijos. Cada edad es diferente pero aún en los juegos más sencillos existe la posibilidad de chatear al igual que en las consolas de videojuegos. La interacción no es exclusiva de las redes sociales por ello debemos estar informados, especialmente de lo que les interesa a nuestros hijos.
  • Monitoreo de actividades. Revisar el historial de navegación, seguir sus perfiles en redes sociales con el fin no de espiar sino de evitar riesgos y malos ratos.
  • Limitar en la medida de lo posible la conexión a Internet. Recordemos que no todos los juegos o aplicaciones, requieren estar siempre conectados a la red para funcionar.
  • Establecer reglas de uso. Hablamos de menores de 12 años por lo que sugerimos promover el uso compartido de dispositivos, evitar el uso de contraseñas o claves de acceso a los aparatos.
  • Que los dispositivos permanezcan fuera de las habitaciones de los menores durante la noche.