18 de abril de 2024

Trastornos del sueño durante el embarazo

Para la mayoría de las futuras mamás, poder conciliar el sueño no es nada fácil y, suele ser una de la consultas más frecuentes cuando visitan a su obstetra. Las alteraciones del sueño no son siempre las mismas, las mismas suelen ir variandocon el transcurso de los meses del embarazo. Se puede transitar desde una tenue somnolencia, hasta el insomnio absoluto. Así como cada futura mamá tiene su carácter y personalidad, tampoco hay una única causa que provoque trastornos en el sueño. Existen diversas causas, que van desde lo hormonal hasta molestias físicas o también el tan nombrado stress, por la inminencia del parto y la llegada del bebé.

Cuando una mujer sospecha que está em­barazada, es altamente factible que sienta que duerme más de lo normal, o que duerma más de lo que solía hacerlo. Hay una especie de can­sancio generalizado y se busca estar en reposo todo el tiempo. Las náuseas y vómitos que muchas mujeres padecen durante el primer trimestre, también ejercen un estrés que hace que se encuentren agotadas y tengan la necesidad de dormir mas. El mejor remedio para este trastorno es no luchar contra ese sueño, sino descansar el mayor tiempo posible.

Con el correr de los meses, aparece la contracara: el no poder dormir. Aquí también confluyen varios factores. Para empezar, una causa suele ser el necesitar ir al baño de manera frecuente. Hay que levantarse más veces a orinar durante la noche, provocando interrup­ciones del sueño. También, casi al final del embarazo, los movimientos del bebé pueden provocar que nos despertemos. Y luego se va sumando un tema importante: la ansiedad.  El mejor remedio en cualquier caso es tratar de relajarse, descansar y disfrutar del momento (único e inolvidable), y bajar el nivel de ansiedad con los diversos métodos de relajación y meditación existentes.

Los dolores de piernas o de espalda, también influyen al mal dormir. Por eso, es aconsejable usar calzado de taco bajo, aumentar las horas de descanso, usar durante el día algún tipo de faja que sostenga la panza para que la espalda no tenga que soportar todo el peso, evitar la realización de ejercicios físicos intensos. También, ayuda hacer yoga u otros ejercicios que ayuden a mantener una buena postura y relajen la espalda. No conviene tomar analgésicos ya que pueden traer molestias estomacales.

En resúmen:

  • Descansar siempre que se pueda puedas y en lo posible, dormir la siesta.
  • Practicar gimnasia o realizar ejercicios durante el embarazo. No consumir café, mucho menos antes de acostarse.
  • Cenar liviano, por lo menos 2 horas antes de ir a la cama.
  • Siempre orinar antes de irse a la cama.
  • Acostarse preferentemente sobre el lado izquierdo para no pre­sionar la vena cava. De esta manera, se mejora el retorno venoso disminuyendo los edemas, y se logra una mejor oxigenación del útero y llegada de nutrientes al bebé (la irrigación está siempre asegurada por las dos arterias uterinas).
  • Usar algún almohadón o almohada para mejorar la cir­culación de las piernas, o simplemente para estar más cómoda du­rante la noche.