29 marzo, 2024

¿Qué es el duelo patológico en los niños?

El duelo patológico en los niños sucede cuando el sentimiento de tristeza se prolonga durante más tiempo de lo normal. Este sentimiento, por supuesto, se deriva por la pérdida y puede llegar a durar años si no es tratado adecuadamente por un especialista. La muerte es un proceso natural y el duelo forma parte de ella. Es importante estar atentos por si los síntomas se prolongan y no olvidar que para los pequeños se trata de un proceso que, además de doloroso, es confuso. También, es importante destacar que, pese a que el duelo suele presentarse cuando fallece una persona cercana, también puede darse por otras situaciones como la separación de los padres.

El duelo patológico afecta de forma negativa al niño desde el punto de vista psicológico, emocional, cognitivo y social. De ahí la importancia de detectarlo y tratarlo lo más rápido posible. Es un proceso sumamente doloroso que debe ser tratado con la mayor rapidez posible para evitar secuelas en el futuro. El amor y la comprensión constituyen una parte fundamental para hacerle frente.

Los niños son capaces de comprender el concepto de la muerte desde los 5 años de edad. Cuando fallece un ser querido experimentan una profunda tristeza y a veces no son capaces de expresarla. Por eso, es importante conocer cuáles son los síntomas del duelo patológico en los niños para ayudarlos a sobreponerse a ese dolor y superarlo de una forma sana.

Síntomas del duelo

Los síntomas del duelo patológico en los niños son muy variados y puede que no siempre se den todos al mismo tiempo. Es suficiente con localizar alguno para que tomar las medidas pertinentes antes de que la situación empeore.

  • Depresión

Uno de los primeros síntomas del duelo patológico es cuando el niño o niña se sumerge en un estado depresivo. Se muestra apático, sin ganas de jugar y socializar. Está triste y llora por cualquier motivo, incluso en algunos momentos se puede volver agresivo.

  • Problemas para dormir

Otro de los síntomas más frecuentes es que el niño sueñe de forma recurrente con el pariente fallecido.En muchas ocasiones sentirá miedo y se despertará en medio de la noche. A este problema también se le suma el insomnio.

  • Tristeza

En la práctica, la tristeza es uno de los sentimientos que se encuentran más presentes en los niños que pasan por el duelo patológico. En muchas ocasiones, habla del ser querido y asegura sentir o ver su presencia en determinados lugares. La ansiedad y la depresión también se vuelven los protagonistas de de este proceso.

Es importante determinar cómo y cuándo transmitir la información a los niños y cómo manejar todos los sentimientos y conductas que se generen. Es necesario enseñarle a manejar la pérdida, aceptarla, expresarla, ajustarse al ambiente sin la presencia de ese ser querido y, por supuesto, volver a colocar a ese ser querido en los recuerdos agradables y bonitos anteriores al evento.

Para afrontar este tipo de duelos es útil que tanto el niño como el resto de la familia, si es necesario, acudan a diversas formas de terapia. Así se canalizarán todos esos sentimientos que surgieron tras la pérdida. Existen diversos topos de terapia: emocional, conductual y cognitiva, entre otras.

Es fundamental que en el núcleo familiar se demuestre comprensión y amor hacia los sentimientos de los demás y, en especial, del niñ/a. La paciencia es otro factor clave. En estos casos, es importante seguir las recomendaciones de los terapeutas para evitar que la situación y el desánimo empeoren. El control de la situación es fundamental.