18 de abril de 2024

¿Por qué no es conveniente sobrevalorar a los hijos?

Contrariamente a lo que muchos suponen, aquellos papás que piensan que sus hijos son mejores que otros niños no les ayudan a ganar autoestima. Si se los sobrevalora, a largo plazo se tienen hijos muy narcisistas. Así de contudente lo dice el primer estudio que ha analizado cómo se desarrolla la egolatría en la infancia llevado a cabo por la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos. Sugiere que la constante alabanza a los niños chiquitos puede tener un efecto secundario negativo y no deseado: que el niño tenga un ego “demasiado inflado”. El problema de “egos demasiado inflados”, tal y como argumenta la investigación, es que esto puede conllevar consecuencias negativas tanto durante su niñez como en la vida adulta. Y es posible que esta no sea la vida que queremos para nuestro hijo.

Las alabanzas en exceso perjudica a los niños, ya que aumentan el riesgo de que se vuelvan narcisistas. Mientras la autoestima es beneficiosa y reduce el riesgo de trastornos psicológicos, el narcisismo tiene el efecto opuesto.

Aunque los narcisistas se sienten superiores a los demás, no se sienten necesariamente satisfechos consigo mismos. Cuando se sienten humillados, tienden a reaccionar con agresividad. Los psiquiatras incluso han descrito el Trastorno de Personalidad Narcisista, que conlleva un mayor riesgo de otros trastornos psiquiátricos como depresión y ansiedad. El estudio se ha basado en niños de entre 7 y 11 años, franja de edad en que empiezan a emerger leste tipo de rasgos narcisistas en la personalidad de los niños. Sus resultados no son válidos para niños más pequeños, que suelen percibirse a sí mismos como el centro del mundo sin que sea motivo de preocupación. Las encuestas a los niños incluían preguntas para valorar el narcisismo, con frases tales como “los niños como yo merecemos un trato especial”; la autoestima, a través de afirmaciones como “los niños como yo nos sentimos felices con nosotros mismos tal como somos”; o el hecho de sentirse queridos, con frases como “mi padre/madre me hace saber que me quiere”. Y en las encuestas a los padres evaluaban si sobrevaloraban a sus hijos: “mi hijo es más especial que otros niños”. También se valoraba el cariño que les daban: “hago saber a mi hijo que le quiero”.

por qué no es conveniente sobrevalorar a los hijos

¿Cómo surge el narcisismo?

El estudio quería conocer las raíces del narcisismo mediante la comparación de dos teorías. Por un lado, la del aprendizaje social, que sugiere que los niños se convierten en narcisistas cuando sus padres les sobrevaloran, es decir, cuando ven a sus hijos “perfectamente perfectos” en todo, por decirlo así, y se lo recuerdan de manera constante. Y la otra teoría que han usado es la que sugiere que a los niños se les “infla el ego” en la situación contraria: cuando los niños se ponen a sí mismos en un pedestal y buscan la aprobación de otros.

Los resultados de la investigación muestran que la sobrevaloración de los padres fue el mayor predictor del narcisismo de un niño con el paso del tiempo pero, por el contrario, no predijo sus niveles de autoestima. Es decir, decirles a los niños que son excepcionales no les hace tener más autoestima, solo más narcisistas. Los niños narcisistas se sienten superiores a los demás, creen que tienen derecho a privilegios y anhelan la constante admiración de los otros y, cuando no pueden obtener la admiración que quieren, pueden arremeter agresivamente.

Fomentar la autoestima sin caer en el narcisismo

La autoestima de los niños es independiente de este sentimiento de superioridad. Para potenciar la autoestima, concluye el estudio, lo importante es hacer que los niños se sientan queridos, no que se sientan mejores que los demás, es decir, que se les acepte tal como son.