20 de abril de 2024

¿Por qué muchas madres no pueden irse de vacaciones sin sus hijos?

Algunas madres, para sentirse mejor y más animadas, necesitan tener su momento para ellas. Evadirse de todo lo que la crianza de un niño supone durante un tiempo para así, recargar pilas y volver con más energía. En cambio, hay otras que lo organizan todo alrededor de su familia. Es como aquella madre que trabaja en casa y no necesita nada más, o las que no han querido que el hecho de tener hijos haya frenado su carrera laboral. ¿Cuál es la mejor opción? Ninguna. Los extremos no funcionan; no hay blanco, negro o grises; lo único que es cierto es que cada una tiene que hacer lo que su corazón le indique.

Los motivos por los cuales existen mamás que no conciben la idea de apartarse varios días de sus hijos pueden ser varios:

  • Muchas madres han probado irse y si bien han disfrutado de ese tiempo sin sus hijos, suelen también haber estado preguntándose “Uy, esto les hubiese fascinado a mis hijos….” Es una realidad que los chicos crecen rápido (más de los que desearíamos) y se irán. Por eso, muchas elijen aprovechar cada momento que tienen con ellos. Es verdad que vijar con chicos es cansador, pero de eso se trata ser madre: cuidarlos, amarlos y darles nuevas experiencias.
  • También sucede que muchas mamás disfrutan mucho viajar con sus pequeños y que suelen experimentar un cierto “vacío” si el viaje lo hacen solas o con amigas. Algunas hasta sienten “culpa” y no pueden  disfrutar bien o descansar como correspondería.
  • La edad de los hijos importa. No es lo mismo hacer un viaje con amigas dejando a un bebé de meses o de 2 años al cuidado de otro adulto(ya sea el padre, abuelos o personas deextrema confianza), que realizarlo cuando ya los hijos son más grandes y , por ejemplo, tienen más de 12 años. La situación es diferente porque cuanto más chiquitos son, más “dependen” de la mamá. En cambio, ya un niño o niña de 12 años, requiere de otros cuidados y son más autónomos e independientes.
  • Las vacaciones con niños pueden ser un buen momento para que la familia salga de la rutina, abandone el estrés diario de colegio-trabajo, extraescolares, deberes, tareas de la casa y vuelva a reconectarse. En este tiempo de ocio total, no hay que organizar nada y, lo mejor es dejarse llevar.