24 de abril de 2024

Los tipos de carácter que pueden tener nuestros hijos

Suponemos que sabemos todo sobre nuestros hijos pero no siempre es tan así. Observar su carácter ayuda a estimularlos correctamente y a respetar sus características personales.

Es verdad que los padres son testigos privilegiados del desarrollo de sus hijos, y conocen cada uno de sus gestos, sus virtudes, debilidades, defectos, miedos, anhelos y deseos. Pero, también es cierto que los padres no conocen absolutamente todo sobre sus hijos y asumir que saben exactamente qué sienten y cómo actúan es uno de los errores más comunes en los que suelen caer. Por qué ? Porque corren el riesgo de etiquetarlos y no respetar su esencia. Conocerlos en profundidad es una tarea cotidiana, requiere de una mirada observadora y atenta, que permita ir descubriendo sus rasgos y características de a poco, a través de charlas y juegos. Pese a todo lo descripto, hay que comprender que una persona no puede llegar a conocer a otra en su totalidad. Justamente en ese misterio que el otro representa radica el atractivo del vínculo.

tipos de carácter que pueden tener nuestros hijos

La caracterología no es una ciencia, sino que se trata de una disciplina auxiliar que intenta describir los diferentes rasgos de la personalidad que son innatos y que definen el carácter.Estas características son independientes del énero, naciionalidad o edad de una persona. Cabe destacar que nadie es exactamente igual a los modelos que se proponen, pero éstos pueden resultar útiles para conocer mejor nuestro carácter y de quienes nos rodean.

El Carácter

Es lo constitucional, la base, lo que viene con la persona desde que nace. Tiene un gran porcentaje genético y puede relacionarse con lo que ocurre durante la vida intrauterina, durante el embarazo. También se encuentra ligado al funcionamiento orgánico: los sistemas nervioso, endocrino y circulatorio se encuentran muy relacionados con el carácter. En resúmen, el carácter es ese “ramo de posibilidades” y de rasgos con los que una persona nace y que a lo largo de la vida se pueden o no estabilizar, según lo que haga cada persona con eso. Los rasgos que se van confirmando, estabilizando, eligiendo y desarrollando van conformando lo que se llama “personalidad”, que también depende de la historia individual y de la influencia del medio en el que crece y se desenvuelve. Y, a pesar de que la personalidad se va definiendo, el carácter no cambia. Siempre queda debajo, condiciona pero no determina. La educación no cambia los rasgos del carácter, no los anula, sino que los maneja de manera diferente : una persona puede aprender a manejar la cólera, per no deja de sentirla.

Se pueden establecer 8 modelos de carácter pero no son estereotipos rígidos, ya que un chicos puede llegar a tener características de 2 o 3 modelos distintos :

NERVIOSOS : son los chicos creativos, ingeniosos, leales, sensibles, solidarios, imaginativos y ocurrentes. Son inquietos y traviesos, y si no están entretenidos, se aburren. Suelen ser muy sociables y charlatanes. Les encanta pensar e intercambiar ideas. En compañia se potencian, pero pueden ser dóciles e influenciables. Los padres de estos chicos deben tener en cuenta que la soledad y el silencio los asustan, que son miedosos, sugestionables e impresionables, que parecen más seguros de lo que en verdad son, y que tienen de sí la imágen que les devuelve el mundo, por lo que necesitan atención directa, animación y apoyo para apuntalar su autoestima.

SENTIMENTALES : son tiernos, sensibles, solidarios y compasivos. Desde chicos muestran una temprana moralidad y religiosidad, son humanistas y científicos, poetas yliterarios, aman la naturaleza y los animales. Son más bien tímidos, cautelosos y pudorosos, por lo que valoran la privacidad y aceptan la soledad y el silencio. Cuando empiezan a hablar, son conversadores, pero también muy observadores e imaginativos. Si bien son responsables, aplicados y honestos, hay que tener cuidado porque tienen un gran sentido crítico y pueden afligirse ante sus faltas o ante la opinión ajena. Es muy importante para estos chicos la comunicación, el afecto, la intimidad y la atención.

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COLERICOS : son alegres, entusiastas, simpáticos, afectuosos, serviciales y sociales, por lo cual se integran fácilmente. Francos, ingenuos y confiados, son optimistas incurables, e incapaces de sentir rencor o enojo profundos. Son extremistas : sí o no, todo o nada. De chicos, es común que hagan rabietas porque desconocen los límites y tienen sentimientos fuertes e intensos, pero no es bueno hacerle reproches, sino que hay que ayudarlos a salir de ese estado, distrayéndolos o entreteniéndolos con otra cosa. Tienen mucha confianza en sí mismos, son líderes naturales, y les gusta afirmar su independencia y autonomía. aventureros y descubridores, su valor dominante es la acción, son agitados y revoltosos y coleccionan golpes de toda clase. Son acelerados y les cuesta lo que requiera perseverancia. Es por ello que se aonseja fomentarles la lectura, el estudio, el deporte o el arte. También, por ser impulsivos y reactivos, a menudo hablan sin pensar y no miden las consecuencias y pueden agredir, sin intención, como respuesta a la frustración.

PASIONALES : son buenos, aplicados y buscan el bien común. Siempre tienen ganas de aprender, y desde chicos se inclinan por la autonomía. Reflexivos, pensantes y planificadores, parecen muy racionales, pero tienen un trasfondo ansioso y fogoso. Suelen ser más afectivos de lo que aparentan, y aunque no siempre lo demuestren, necesitan ternura y animación. Es posible que tengan un espíritu competitivo : quieren ser los primeros, los más aplicados y los que tienen razón, en especial los varones que buscan tener el poder y control. Tan intensos como impulsivos, estos chicos son testarudos y rebeldes ante lo que no comprenden. Es bueno fomentar que aprendan a dominar sus reacciones y a aceptar consejos, y que les conviene la autoridad firme pero no violenta.

SANGUINEOS : viven casi exclusivamente en el presente, son realistas, equilibrados, prácticos y sensatos. También son desenvueltos, afectuosos, alegres y divertidos. Disfrutan del intercambio social, la música, los idiomas y la comida. Son tranquilos y observadores, saben entretenerse solos, sin desbordes ni sobreexcitaciones, y es raro que busquen el peligro. Son amantes de la vida sencilla y de los placeres cotidianos. Se aconseja acompañarlos de cerca hasta crear rutinas, y fomentarles la regularidad y la perseverancia. Tienen un gran sentido de la conveniencia : son comerciantes, oportunistas, y diplomáticos por naturaleza.

FLEMATICOS : se trata de chicos serios, aplicados, honestos, cumplidores, disciplinados, pacientes y perseverantes, que valoran el orden, el aseo, los hábitos y las rutinas. Tienen un gran sentido del deber y son muy apegados a las normas. Son conservadores en las costumbres y difíciles de convencer. Lo mejor es fijarles metas y dejarlos elegir por sus propios medios, sin ser autoritario. En general, son reservados y retraídos, juegan bien solos y no les gusta llamar la atención ni estar entre grupos grandes de gente. No es bueno reforzarles su aislamiento, sino que hay que estimularlos afectivamente y fomentar sus vínculos de amistad y de integración.

LINFATICOS : son tranquilos y observadores, tienden a acotarse a su pequeño mundo y dejarse estar. Son remolones, disfrutan de juegos sedentarios, la tele y la música. Suelen cuidar sus pequeños intereses, aman los placeres cotidianos y saben entretenerse solos. Les encanta la magia, los poemas, el teatro y las canciones, por lo que es bueno cultivarles la imaginación, la observación y la memoria. Son poco sensibles a la opinión ajena, pero hay que tener en cuenta que necesitan la vigilancia cercana e indicaciones claras, con buen modo y firmeza. Suelen mostrar bajos niveles de ambición, iniciativa y competitividad. Se recomienda impulsarlos hacia realizaciones concretas y fomentarles el orden, la organización y la rutina.

APATICOS : es muy baja la población de personas de este grupo (menos del 5%). Se trata de chicos calmos, corteses, dóciles, aplicados y perseverantes, aunque reservados y retraídos. Prefieren evitar las multitudes porque tienen una sociabilidad precaria y receptiva, aunque son muy familieros y constantes en sus afectos más cercanos. Tienen un gran sentido del deber.