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Lo que es necesario saber sobre la diarrea infantil

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La diarrea se caracteriza por un aumento (inusual y muy frecuente) de evacuaciones diarias. La materia fecal puede ser blanda, líquida o semi-líquida. Por lo general, acompañando este cuadro, muchos chicos presentan fiebre y vómitos. No se debe subestimar esta enfermedad porque si no es tratado a tiempo puede conducir a un cuadro de extrema gravedad (incluso muerte) en los más pequeños. La hidratación cumple un papel de extrema relevancia.

La mayoría de las causas en los niños es por virus (ejemplo. el rotavirus). Los que tienen diarrea viral sienten malestar a nivel general y están muy alicaídos, cansados, sin energías. Otras causas pueden ser bacterias, parásitos,infecciones, sensibilidad a los alimentos, antibióticos y el consumo excesivo de frutas o jugos de frutas. En los bebés, la diarrea infantil puede aparecer por la introducción de nuevos alimentos en su dieta, alguna medicina o por gastroenteritis. Mientras que en los niños, la diarrea infantil puede asociarse a la alimentación, al estrés, a una ingesta excesiva de fibra, a ciertas medicinas o a una gastroenteritis. La diarrea infantil que afecta a los niños entre 1 y 3 años presentan fiebre de 38° o más elevada, vómitos, heces blandas en las que se distinguen alimentos o bien diarrea intermitente, sin fiebre, pero prolongada en el tiempo. En los niños más mayores, la diarrea infantil puede durar varios días con fiebre, vómitos y dolor abdominal, y pueden presentar diarrea y estreñimiento a la vez.

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El mayor peligro de la diarrea es la deshidratación. Si es un lactante, nunca hay que dejar de ofrecerle la leche materna, y se aconseja (de acuerdo a la gravedad del cuadro) suministrarle suero por vía oral cada media. Si el chiquito tiene menos de 6 meses de edad y presenta sangre en las heces, vómitos frecuentes, dolor abdominal, llanto sin lágrimas, pierde del apetito por líquidos, fiebre alta, mas de 3 evacuaciones al día, pérdida de peso, y sed extrema, acudir inmediatamente al pediatra u hospital más cercano. Lo primordial es siempre mantenera a la criatura bien hidratada. No importa si el chiquito no ingiere alimentos en dos o tres días, pero no puede faltarle “agua” y hay que ofrecerle líquidos en forma seguida, durante toda la jornada.

La prevención cumple una función muy importante. Siempre hay que lavarse bien las manos y los alimentos y utensilios de cocina que se vayan a manipular, hervir mamaderas y chupetes, mantener la basura alejada de la cocina y cerrada. Por lo general, se aconseja no hacer grandes variantes en la dieta. Anteriormente, se recomendaba “alivianar” la alimentación para así dejar descansar los intestinos, pero la teoría actual sugiere que se continúe con la alimentación, ya que así la diarrea será más fácil de tratar. La mayoría de los niños pueden reponer los nutrientes que pierden por la diarrea si aumentan la cantidad de comida ingerida. Muchos niños desarrollan intolerancia a la lactosa en forma leve y temporal. Continuar con productos lácteos puede prolongar la diarrea, pero también puede permitir un regreso más temprano a la dieta normal. Los bebés que estén consumiendo alimentos sólidos pueden continuar haciéndolo, siempre que puedan comerlos sin vomitarlos. El apetito normal es, muchas veces, el último comportamiento en normalizarse después de una enfermedad y los niños deben tener la oportunidad de retomar, sin prisa, sus hábitos alimenticios normales. No hay una dieta específica que se recomienda para combatir la diarrea, pero los niños suelen tolerar mejor las comidas blandas. Los alimentos ricos en fibras, como los almidones, las frutas y las verduras, ayudan a producir heces más firmes. Los jugos de frutas pueden producir heces menos consistentes.

Para la mayoría de los niños, cualquier líquido al que están acostumbrados es adecuado. Beber demasiada agua sola, a cualquier edad, puede ser dañino porque el agua no contiene azúcares ni electrolitos importantes, como el sodio. Entre las soluciones diseñadas para la rehidratación están las sales de rehidratación oral de la Organización Mundial de la Salud y Rehydralyte. Otros productos, como Pedialyte e Infalyte, pueden ayudar a mantener la hidratación en un niño y a evitar la deshidratación. Algunas de estas soluciones están disponibles en farmacias y se venden sin receta, aunque debe consultar con su médico antes de usarlos en lactantes.

Para algunos pequeños, retornar a su dieta anterior puede llevar a una repetición de la diarrea. Esto generalmente se debe a pequeñas dificultades del intestino para absorber los alimentos normales. Este tipo de diarrea puede tener características diferentes de las de la diarrea que se presentó con la enfermedad en sí y también dura poco y no requiere tratamiento, siempre que no hayan otros síntomas.

La diarrea causada por antibióticos puede reducirse dando al niño yogur elaborado a base de cultivos activos vivos (se indicará su presencia en el envase). Si la diarrea persiste, consulte con su médico el posible cambio o suspensión del antibiótico. No se debe suspender el tratamiento antibiótico sin consultar con el médico de su niño.

Llamar al pediatra con urgencia si : la diarrea es grave o dura más de 2 ó 3 días, contiene sangre o mocosidad, si el pequeño presenta ojos hundidos, escasa saliva, aumento de la sed y disminución notable de la orina, la diarrea recurre una y otra vez o el niño está perdiendo peso, el niño tiene signos de deshidratación ,la diarrea está acompañada por múltiples episodios de vómitos, fiebre o cólicos abdominales.