19 de abril de 2024

La relación entre la sexualidad y la adolescencia

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), una vez finalizada la etapa de la niñez  (aproximadamente a los 11 años), el ser humano debe enfrentarse a la adolescencia hasta los 19 años, siempre contando con la maduración que pueda llegar a tener cada chico/a. En esta etapa, los ñiños empiezan a notar cambios físicos y mentales e irán adquiriendo caracteres sexuales secundarios. Del mismo modo, se desarrollarán pensamientos maduros que acabarán por despertar la identidad y el comportamiento sexual. Se definirá así la identidad del adolescente, lo que le permitirá, asimismo, autoreconocerse y actuar como tal.

Cuando se habla de adolescencia y sexualidad, no solo se hace referencia al acto de la reproducción, sino también a los cambios que se producen en el cuerpo entre la pubertad y la adolescencia para enmarcar la sexualidad de cada ser humano. Este proceso genera: deseos, sentimientos, fantasías y emociones.

Entre las etapas de cambios físicos y mentales que condicionan el desarrollo de la sexualidad y de la identidad sexual se encuentran:

  • La adolescencia temprana

Esta etapa suele presentarse entre los 11 y 3años de edad. Está caracterizada por los cambios físicos que se muestran rápidamente en el joven adolescente. Además, en esta etapa el joven todavía se encuentra lejos de presentar un deseo sexual. Sin embargo, comenzará una fase de autoexploración que lo puede llevar a descubrir la masturbación. De igual manera, presentará cambios físicos y psíquicos, tales como:

  1. Crecimiento y aumento de talla, peso y musculatura.
  2. Crecimiento de los genitales.
  3. Aparición de los primeros impulsos sexuales.
  4. Espermarquía o primera eyaculación.
  5. Primer periodo o menarquía.
  6. Cambios en el tono de voz.
  7. Deseo de exploración y contacto con el otro sexo.
  8. Crecimiento del vello púbico.

  • La adolescencia media

Esta etapa se presenta entre los 14 y 17 años de edad. Es en ellacuando la adolescencia y sexualidad se encuentran más unidas, debido al completo desarrollo del cuerpo y de los órganos sexuales. En esta fase, además de estar listos para comenzar a reproducirse y tener un deseo sexual activo, también se desarrollan sensaciones de invulnerabilidad y fortaleza. Todo ello suele inducir a comportamientos narcisistas en el adolescente, que buscan la aceptación y atracción del otro sexo. De esta manera, comienza la búsqueda de mayor contacto y hasta de relaciones sexuales con su entorno social fuera del seno familiar. Muchas veces, se desafían los valores y la educación recibida. Esta situación puede llegar a implicar riesgos, pues el adolescente todavía no ha desarrollado el pensamiento abstracto o adulto. Por eso, le resulta difícil pensar en el futuro y en las consecuencias de sus actos, aceptar responsabilidad de culpa y expresar sus emociones con palabras y actos.

  • La adolescencia tardía

Esta etapa se presenta a partir de los 17 años, y es cuando el adolescente finaliza el proceso de cambios físicos y psíquicos, incluidos los pensamientos abstractos y adultos. Por lo tanto, es a partir de aquí cuando adquiere la capacidad de:

  1. Pensar en el futuro y en las consecuencias de sus actos.
  2. Aceptar responsabilidades.
  3. Seguir sus valores y la educación impartida.
  4. Mantener relaciones sexuales.
  5. Separar sus relaciones sociales de sus instintos sexuales.
  6. Buscar mayores valores en sus relaciones sociales.

Debido a la extensa cantidad de cambios presentados en la adolescencia en cuanto a la sexualidad de las personas, es importante recibir una buena educación sexual. Es algo fundamental en estas etapas, en las que todavía no se ha desarrollado totalmente la parte racional. Esta educación debe ser sostenida a lo largo de la adolescencia, de modo que permita a la persona alcanzar la maduración física y psíquica. Así se podrá controlar su comportamiento sexual y evitar riesgos que puedan perjudicarle.

La educación sexual no solo se encargará de enseñar que la sexualidad es un comportamiento íntimo, por lo que no se requiere compartir o divulgar los detalles con el entorno social o familiar, sino que también impulsará el desarrollo de las habilidades sociales y el autocontrol de los impulsos que dominan la adolescencia. Por otra parte, esta formación proveerá los conocimientos necesarios para desarrollar las conductas y comportamientos correctos en su vida. De igual manera, también dotará al adolescente de información sobre el embarazo precoz, las enfermedades de transmisión sexual y los métodos anticonceptivos.