23 de abril de 2024

¿En qué consiste la Versión Cefálica Externa (VCE)?

La versión cefálica externa (VCE) es una técnica cuyo objetivo es dar la vuelta manualmente al bebé que se encuentra mal colocado con el objetivo de evitar un parto de nalgas o una cesárea.

Pese a ser la mejor alternativa, recomendada por la OMS por su efectividad y seguridad, para evitar el riesgo de morbinatalidad infantil y materna asociado tanto a un parto vaginal como a una cesárea en posición podálica, es todavía una práctica poco común algunos países. Son muchas las madres a las que no se les ofrece esta alternativa cuando sus bebés están mal colocados.

En una VCE básicamente el ginecólogo intenta recolocar la bebé manualmente desde fuera. Es decir, aplicando presión sobre la panza de la madre o con un leve masaje. Generalmente se administran primero tocolíticos, medicamentos para evitar las contracciones uterinas, a la madre para relajar los músculos del útero y el abdomen y facilitar la maniobra. El índice de éxito de la VCE con tocólisis es superior. Antes, después y durante el procedimiento se monitorizan varias veces los latidos fetales para descartar sufrimiento fetal.

VCE

Es una técnica que puede practicarse de forma ambulatoria puesto que no requiere anestesia de ningún tipo ni hospitalización posterior. Según lo fácil o difícil que resulte girar al bebé puede resultar algo incómoda pero no debería ser dolorosa. Además, no se recomienda aplicar presión sobre el útero durante más de cinco minutos. Si al cabo de este tiempo no se ha conseguido dar la vuelta al bebé se deja descansar a la madre y se vuelve a intentar un rato más tarde. Una VCE no debería forzarse demasiado, si el bebé se resiste a girar o el procedimiento resulta extremadamente incómodo o doloroso para la madre el médico decidirá parar y volver a probar quizá unos días después.

Realmente, como indica la OMS, para practicar una VCE no se necesita más que una camilla y un estetoscopio. Sin embargo, las condiciones ideales para la práctica de esta maniobra requerirían también la posibilidad de realizar ecografías fetales antes y después de la maniobra para verificar la posición fetal, un monitor fetal para realizar un test de estrés antes y después del procedimiento y la disponibilidad inmediata de un quirófano por si produjera cualquier complicación.

Igualmente, no todas las embarazadas son candidatas para una VCE. Existen ciertos factores de riesgo que desaconsejan esta práctica. Estos son los casos de : placenta previa, existencia de cicatrices uterinas por cesáreas o intervenciones previas, embarazo múltiple, sangrado vaginal previo, retraso del crecimiento intrauterino, presencia de estrés o bradicardia fetal, riesgo de parto prematuro, oligohidramios, si el feto presenta una vuelta de cordón completa en el cuello, presencia de malformaciones fetales o hipertensión u obesidad materna.

No se recomienda practicar una VCE antes de estar a término puesto que es menos efectiva, puede que el bebé vuelva a darse la vuelta otra vez y tiene más riesgos asociados. Lo ideal es no intentarlo antes de la semana 37 de embarazo y se puede intentar o repetir una VCE varias veces aunque no se recomienda hacerlo más de 3 veces en el mismo embarazo.

Aunque existe la posibilidad de que se produzca un sangrado vaginal, desprendimiento de la placenta, rotura de la bolsa amniótica o de que el cordón umbilical se enrolle alrededor del cuello del bebé, si se practica en las condiciones adecuadas la OMS considera que no hay riesgo real ni para el feto ni para la madre. No que se han registrado pérdidas fetales asociadas a esta maniobra en series de 1000 VCE.

Es importante igualmente remarcar que no siempre funciona. En algunos casos existe una razón física desconocida para que el bebé esté posición podálica y no se deje girar, otros bebés se resisten a girar por la razón que sea y, los más cabezotas, pueden volver a ponerse en posición podálica después de una versión exitosa. Sin embargo, los niveles de éxito son muy elevados y los riesgos y costes asociados muy bajos por lo que no se pierde nada por intentarlo.