26 de abril de 2024

Embarazo y obesidad

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Siempre es importante que mantengamos nuestro peso y que no estemos subiendo y bajando constantemente porque esto puede acarrear múltiples problemas de salud. Al momento de buscar un hijo, uno de los aspectos a tener en cuenta es chequear que la balanza nos indique peso saludable. Así como no es bueno estar debajo de nuestro IMC (Indice de masa corporal que se calcula dividiendo nuestro peso en kilos por nuestra altura en mts. al cuadrado que marca sobrepeso un resultado entre 25 y 30, y obesidad por encima de 30), tampoco se debe estar excedida. Tomar conciencia del peso va mucho más allá de un asunto estético, existen muchas complicaciones que pueden afectarnos no sólo a nosotras, sino también al bebé en camino.

En primer lugar, tener sobrepeso afecta la fertilidad, pueden haber dificultades al momento de concebir. Una vez embarazada, puede ocasionar diabetes gestacional y , luego, el parto puede terminar siendo complicado. Como si fuera poco,también afectará la salud del niño, incluso en la vida adulta.

Complicaciones del sobrepeso en el embarazo:

  • Diabetes gestacional

Los niveles de azúcar en sangre pueden alterarse durante el embarazo. El exceso de peso, así como la edad y los antecedentes familiares, son los principales factores de riesgo para sufrir este problema. Las repercusiones en el desarrollo del bebé varían. Si la diabetes se da en el primer trimestre, puede aumentar el riesgo de aborto y de malformaciones congénitas. Si aparece en el segundo o tercer trimestre, puede provocar una aceleración del crecimiento del bebé. Además, en las primeras horas después de nacer, los bebés de estas madres con diabetes tienen más riesgo de alteraciones de la glucemia (hipoglucemia) y otros trastornos del metabolismo. Y, a pesar de que por lo general la diabetes gestacional desaparece después de dar a luz, un 30% de las mujeres que la han tenido pueden terminar desarrollando diabetes tipo 2.

Este trastorno suele controlarse con ejercicio físico y una dieta pautada y vigilada por el obstetra. Esta dieta debe mantener controlados los niveles de azúcar pero que a la vez ofrecer todos los nutrientes que el feto necesita para su correcto desarrollo. Solo en algunos casos será necesaria medicación o la administración de insulina.

  • Hipertensión

La hipertensión puede derivar en padecer de preeclampsia. Suele afectar a un 15-20% de las embarazadas que presentaban valores normales antes del embarazo y está generalmente relacionada con alteraciones en el desarrollo de la placenta (órgano encargado de alimentar al bebé). Si no se llega a controlar en tiempo y forma, puede derivar en un trastorno que pone en peligro no sólo la vida del bebé, sino también la de la mamá. Puede producirse una alteración en el crecimiento y la oxigenación del bebé, tanto durante el embarazo como durante el nacimiento. El parto de un feto comprometido por una insuficiencia placentaria, disminuye su capacidad de adaptación y tolerancia al proceso, y aumenta la frecuencia de sufrimiento fetal y de cesárea.

  • Parto con inconvenientes

El riesgo de problemas obstétricos se triplica en el caso de mujeres con bastante sobrepeso. No sólo se incrementan las tasas de aborto y de parto prematuro, sino que se se duplican las posibilidades de muerte fetal en comparación con las mamás que poseen un peso normal. Por otra parte, recurrir a la cesárea es también más frecuente. Todos estos aspectos hacen que la posibilidad de que el bebé muera antes, durante o hasta un mes después del parto, aumenten.

  • Niño con obesidad

Las condiciones en el útero materno condiciona el desarrollo del bebé durante su vida posnatal y adulta. Este concepto se denomina también ‘”memoria metabólica” y, ocasiona que la obesidad se convierta en un problema perpetuamente autogenerado. Los hijos de madres con sobrepeso tienen un 40% más de probabilidades de padecer sobrepeso y obesidad, lo que sugiere que algunos mecanismos que subyacen a la obesidad se establecen antes del parto. Un dato curioso demuestra que, en el caso de madres con peso normal y padres con sobrepeso, el riesgo de obesidad afecta a los hijos varones. Si la madre es obesa, se verá afectada tanto los bebés varones como las nenas.

  • Niños con enfermedades crónicas

La obesidad en el embarazo es un factor de riesgo importante para las enfermedades crónicas, como la enfermedad cardiovascular, el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2, en la adolescencia y la edad adulta de los hijos.