18 de abril de 2024

Cuando los padres les mienten a los chicos

Aunque sabemos que la mentira es una acción que llega a lastimar, muchas personas la usan de manera cotidiana. Desgraciadamente, esta situación desencadena el fenómeno imparable de “bola de nieve”: una mentira lleva a otra, y ésta a una más; lo cual provoca la relación de factores como individuos, hechos o tiempos.

Dicen que las mentiras son para evitar problemas más severos, que muchas veces es mejor evitar decir cosas para que no existan “males mayores”, pero ¿qué sucede cuando, sin darnos cuenta, este comportamiento afecta a nuestros hijos?

La deshonestidad de los adultos afecta negativamente en el concepto de honestidad de los niños. Ya se ha comprobado que los niños a quienes se les había mentido anteriormente, tendían a engañar y luego a mentir para cubrir algún problema. El problema radica en que los padres no son realmente conscientes de que sus acciones generan un impacto importantísimo, ya que sus mentiras y/o ocultamienos, terminan afectando la honestidad de sus hijos.

Cualquier adulto necesita reexaminar lo que le dicen a sus hijos. Aún si se trata de una ‘”pequeña mentira’” o de la comúnmene denominada “mentira piadosa”, porque al cosa no existe relamene y, sí existen consecuencias.

Aún no se conoce a ciencia cierta la causa de este fenómeno: puede suceder como un proceso de aprendizaje vicario e imitación, donde se copia el comportamiento de un adulto. Otra posible causa puede ser una toma de consciencia por parte de los niños, quienes no sienten la necesidad de mostrar un compromiso a la honestidad hacia alguien que percibieron como mentiroso.

Así que, en conclusión, siempre podemos reexaminar la manera de enfrentar la comunicación y el diálogo entre uno mismo y las diferentes relaciones interpersonales que se van manteniendo a lo largo de nuesras vidas y, de esta manera, descubrir nuevos métodos que puedan ejercer una nueva conexión respetuosa, empática y asertiva.