16 abril, 2024

¿Cómo puedo congeniar mi trabajo con mi rol de mamá?

Conciliar la vida familiar y el trabajo es un gran reto para las personas que tienen hijos. Hacerlo de manera eficiente, es un tremendo desafío.

Poder congeniar los diferentes roles (madre, profesional, mujer, esposa, amiga, etc) es uno de los mayores desafíos de la vida moderna. Una encuesta reciente indica que son las mujeres las que más tiempo trabajan, ya sea dentro del hogar como afuera. Mientras llamamos la atención sobre la necesidad de una responsabilidad compartida con los varones en términos de cuidado de los chicos y adultos mayores, así como en las actividades de limpieza y cocina, la conciliación entre las distintas actividades aun resulta un desafío más difícil para las mujeres.

Es fundamental organizar prioridades y amar lo que uno hace,(trabajo, oficio o profesión). Esto es clave para poder contagiar entusiasmo. Crecer profesionalmente hace que la mujer pueda sentirse más plenas, y además genera espacios propios de enriquecimiento personal y social que logran mantener una identidad propia. Esto impacta en la familia de manera positiva.

Hay que priorizar la calidad del tiempo (y no necesariamente la cantidad) que les dedicamos a nuestros chicos, para que esos momentos se conviertan en algo único. Crear un vínculo saludable y no estar con el celular, la computadora o viendo cosas del trabajo. «Estar» realmente con ellos en cierto tiempo. Cuando una se encuentra en el trabajo, no podés encargarte de los niños, jugarles, escucharlos, aconsejarlos, etc. porque una está dedicada exclusivamente al trabajo. La situación entonces, funciona igual pero a la inversa: el tiempo que pasamos con los chicos debe ser sí o sí exclusivo y de calidad.

Red de contención y un trabajo en equipo. La maternidad requiere, como sabemos, mucho trabajo. Pero desterrar la idea de que el hombre «ayuda» para reemplazarla por un trabajo en equipo, que deben asumir ambos padres en igualdad de condiciones será fundamental para que cada uno pueda desarrollarse y vivir plenamente. Compartir con la pareja todas las tareas, ya sean reuniones, eventos, cumpleaños, controles médicas, citaciones escolares, etc. También, es casi imprescindible contar con la familia: abuelos, tíos o de ser posible una niñera para que pueda colaborar.

La importancia de la colaboración de todos los miembros de la familia, incluidos los hijos. Cuando la madre trabaja, todos los miembros de la familia deben adaptarse a esa situación, no sólo el padre. Todos deben colaborar en lo que se necesite, en lo programado y en los imponderables, cada uno debe involucrarse no sólo con sus necesidades, sino con las del resto para hacer un buen equipo. Además, es un excelente aprendizaje para todos. Ni hablar en esos casos de familias con 3 o más hijos.

En medio de esta multiplicidad de roles y tareas al que se enfrentan los padres, suele aparecer una y otra vez el sentimiento de culpa, originado por tener que separarse de los hijos para ir al trabajo, acompañado -además- por una crítica social respecto a esto, que aun persiste. Es importante que cada uno tenga su espacio, para que cuando te reencontrás en casa cada uno pueda contarte qué hizo, cómo le fue y compartir ese momento. Es bueno para ellos tener su lugar, crecer y generar sus lazos sociales

Si bien hay una cierta apertura en el mundo laboral en cuanto a medidas favorecedoras hacia las madres y padres (como el aumento de las licencias por paternidad), todavía es muy incipiente y aún se percibe la falta de programas y políticas que acompañen a las familias en este doble desafío. Permitir horarios de trabajo flexibles o sustituir reuniones por videoconferencias -entre otras muchas facilidades- son incentivos con los que pueden colaborar las empresas y así aprovechar el potencial de sus empleados. Existen empresas que brindan horarios flexibles en la oficina, hacer home office cuando es necesario. La mayoría de las compañías de tecnología y las de E-commerce tienen estos beneficios.