26 de abril de 2024

Causas de la preeclampsia post-parto

El cuerpo es más vulnerable después de tener un bebé y por eso es tan importante prestar atención a las señales que da. La preeclampsia post-parto es una de las condiciones más delicadas que una mujer puede experimentar. Aunque no es muy común, es necesario tomar medidas de prevención y reconocer los síntomas oportunamente para recibir tratamiento apropiado. Se pueden presentar inmediatamente después de dar a luz y prolongarse de mes y medio a tres meses. La elevación de la presión posparto es más frecuente durante los primeros tres a seis días postparto, cuando la mayoría de las pacientes han sido dadas de alta. Un aumento significativo en la presión arterial puede ser peligroso (por ejemplo, provocar un accidente cerebrovascular); sin embargo, hay poca información acerca de cómo prevenir o tratar esta patología.

Debemos definir la preeclampsia postparto como una enfermedad relacionada con la presión arterial alta, al igual que cuando se presenta durante el embarazo.Es importante aclarar que esta condición requiere tratamiento inmediato para evitar el riesgo de problemas cardiovasculares. Entre ellos, podemos mencionar el daño en los vasos sanguíneos y las venas y afecciones cardiacas a largo plazo.

Signos y síntomas de la preeclampsia postparto

  • Subidas repentinas de la presión arterial. Por alta entendemos 140/90 o medidas superiores.
  • Una concentración de más de 300mg de proteína en la orina.
  • Pérdida repentina y temporal de la visión. También, puede presentarse hipersensibilidad a la luz, debilidad, fatiga y estados alterados de conciencia.
  • Ganancia repentina y notoria de peso. Por ejemplo, subir unos kilos en dos semanas, mientras se sigue una dieta saludable. También, se pueden presentar náuseas y vómito.
  • Inflamación en las extremidades y en el rostro.
  • Dolor en el estómago o en el área abdominal.
  • Dolor al respirar.

Causas de la preeclampsia postparto

Doctores y científicos aún no logran coincidir en una causa definitiva de esta condición. Sin embargo, la explicación más viable es que aparece en mujeres que sufrieron preeclampsia durante el embarazo, incluso sin saberlo. Otro de los factores que pueden tener incidencia para que la afección ocurra es tener antecedentes familiares de la misma enfermedad.

Otros factores de riesgo son:

  • El aumento de la presión arterial a partir de las 20 semanas de embarazo.
  • Embarazos que se dan antes de los 20 años de edad o después de los 40.
  • Obesidad o sobrepeso.
  • Embarazos múltiples.

Complicaciones asociadas a la preeclampsia potsparto

  • Esta condición tiene síntomas muy similares a los de la preeclampsia. La gran diferencia es que puede ocasionar episodios de convulsión y daños definitivos en órganos vitales, como el cerebro o los riñones. En el peor de los casos, puede tener un desenlace fatal o desencadenar estado de coma.
  • Trombo embolismo. Esta enfermedad consiste en la aparición simultánea de dos condiciones: la trombosis venosa y la embolia pulmonar. Cuando se da esta afección hay problemas para respirar, dolor en el pecho, fiebre y la imposibilidad de llevar una vida normal.
  • Edema pulmonar. Es una enfermedad que afecta drásticamente al sistema respiratorio. Consiste en la acumulación de líquidos al interior de los tejidos y las cavidades de los pulmones. Se puede identificar por la expulsión de sangre al toser, ansiedad, sudor excesivo y dificultad para inhalar y exhalar.

¿Cómo se diagnostica y cuál es el tratamiento?

  • Exámenes de sangre. Con estos análisis se revisa que el funcionamiento del hígado y de los riñones sea normal. También se verifica que la mujer tenga un conteo saludable de plaquetas, las células que regulan la coagulación en el sistema circulatorio y que pueden salvar la vida en caso de hemorragia.
  • Exámenes de orina. Con este tipo de análisis se determina la concentración de proteínas en la orina. Una cantidad superior a los 300 mg es señal de alerta.
  • Con respecto al tratamiento hay que aclarar que, por lo general, requiere del uso de medicamentos. Debe estar enfocado en evitar los episodios convulsivos, reducir la presión sanguínea y normalizar la composición de la orina.