25 de abril de 2024

Frases que siempre hay que decirles a nuestros hijos

Al dirigirnos a nuestros hijos, cometemos ciertos errores de comunicación que acaban generando conflictos. No siempre sabemos decir las palabras correctas para ayudarlos y para que también nos comprendan. Existen varias frases que nunca deben ser dejadas de lado:

“¿Qué podemos hacer para que te sientas mejor?” La importancia de la expresión de sentimientos sincera acompañada de nuestro consuelo encaminan al niño al abandono del disgusto. Con esta frase conseguimos la expresión de la emoción y el comienzo de aquello que puede empezar a mejorar para sentirse bien.

“Te prometo que no te voy a soltar de mi mano” Con esta frase conseguimos transmitirle que no va a sentir abandonado, que estamos siempre ahí para ayudarlo. Tomar la mano a nuestro hijo le aporta seguridad, apoyo y compañía.

“Me gusta más si lo haces así, gracias” Es realmente importante verbalizar en positivo aquellos actos de nuestros hijos que nos gustan menos. Cuando el niño recibe el feedback en positivo evitamos dañar su autoestima y ayudamos a cambiar el plan de acción.

Father and son on a pier relaxing together
Father and son on a pier relaxing together

“Estoy aquí siempre para ayudarte, avisame si me necesitás” Esta frase representa la importancia de estar siempre con nuestros hijos, el amor incondicional, sin reservas.

“Siempre podés contar conmigo” Se podría unir a la frase anterior. Esta expresión simboliza el apoyo incondicional y fomenta la comunicación entre padres-hijos.

“Tenemos un problema, pero muchas soluciones, vamos a analizarlas” Con esta frase le enseñamos la importancia de la resolución de conflictos en conjunto, un problema y varias alternativas. Es necesario que nuestros hijos aprendan a analizar los pros y los contras de cada decisión, así fomentaremos su autonomía.

“Ahora dame un abrazo, después seguiremos hablando” Saber “contener” cuando la emoción aflora con intensidad en los niños es una de nuestras funciones más complejas como padres. Podemos abrazarnos y “dejar que pase la tempestad” para hablar más tarde.

“Te estoy escuchando, me interesa lo que pensás y estás diciendo” Somos los interlocutores más importantes para nuestros hijos, la escuela activa es necesaria en nuestro papel de padres porque implica presencia activa y más tarde desembocará en la deseada asertividad de la que tanto hablamos.

“¿Me ayudas?, los dos juntos terminaremos antes” Esta frase positiviza las tareas que son más tediosas, pero no por ello dejan de ser necesarias. Trabajar juntos y en conjunto, recoger los juguetes o la mesa juntos y en conjunto cuando se hacen los “vagos” o les agarra pereza.

“Sos mi prioridad y no voy a educarte  “sobre la marcha” No podemos educar a nuestros hijos “apagando fuegos”, es importante dedicación y esfuerzo, ellos son nuestra “empresa” más importante si nos hemos decidido por el “oficio” de ser madres y padres. Debemos transmitírselo y tenerlo muy presente nosotros.