25 de abril de 2024

Consejos que ayudan a ser mamá después de los 40 años

Cada vez más se dan los casos en los que las mujeres suelen postergar la decisión de embarazarse. Las razones son múltiples. Ser mamá después de los 40 (maternidad tardía), es cada vez más frecuente, aun cuando la mujer ya se encuentra bastante lejos de estar en plena etapa fértil. Ya sea por vías naturales o por tratamientos contra la infertilidad, comenzar la faceta de la maternidad cuando ya se tiene más madurez y estabilidad en muchos sentidos, se convierte en un objetivo importante para muchas mujeres.

Aunque el cuerpo de la mujer no esté en su mejor momento de fertilidad, es posible lograrlo siguiendo ciertas recomendaciones. Lo primero que hay que hacer es mantener relaciones sexuales con una frecuencia de 3 a 4 veces por semana. Solo después de 6 meses de llevar ese ritmo, si no se ha logrado el embarazo, el médico ginecólogo puede aconsejar que se realice una consulta con especialista en fertilidad. Mientras transcurre ese lapso, igualmente una puede ir preparando al cuerpo y a la mente.

Algunos consejos útiles

Llevar un estilo de vida saludable: para prepararse emocional, mental y físicamente para el embarazo, es necesario llevar una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales que aporte todos los nutrientes esenciales. Realizar ejercicios de forma regular para estar en buen estado físico y así poder enfrentar mejor la futura gestación.

Ingerir cloruro de magnesio: éste resulta muy beneficioso para la mujer y para el hombre. Para las mujeres, estimula la regulación hormonal, lo cual es fundamental para regular el ciclo menstrual y precisar la fase ovulatoria. En el hombre, el cloruro de magnesio detiene la hipertrofia prostática, que es una de las causas más frecuentes de infertilidad masculina, con lo cual mejora la calidad del semen y el conteo de espermatozoides.

Conocer nuestra ovulación:  conocer nuestro ciclo menstrual, y por consiguiente, nuestra fase ovulatoria, es fundamental para que el sexo coincida con los días de mayor fertilidad. Con un ciclo menstrual regular será más fácil de determinar el día de la ovulación. Con un ciclo menstrual irregular será más difícil pero no es imposible acercarse a la fecha exacta. Para llevar adelanto este asunto, suelen ser buenos el método de la temperatura basal o el del moco cervical. Una vez que precisemos los días, hay que concentrar las relaciones sexuales a 1 o 2 días previos a la ovulación y,  hasta el propio día en que estamos ovulando.

Evitar fumar y consumir alcohol: para mejorar el estado general de salud es evidente que el alcohol y los cigarrillos 8ni hablar de las drogas) no contribuyen en mejorar las probabilidades de concebir un bebé, ni en la mujer ni en el hombre. Alejarse de estas prácticas no solo será positivo para lograr la fecundación del óvulo y el desarrollo de un embarazo y un bebé sanos, sino que también son necesarias para cuando el bebé llegue a sus vidas.

Consultar con el ginecólogo/a:  visitar al ginecólogo u obstetra para que realice los chequeos médicos de rutina y, así poder descartar cualquier impedimiento o enfermedad. Además, puede incluso recomendar algunos suplementos alimentarios que favorezcan las probabilidades de embarazarse. Por otro lado, sólo un médico puede evaluar si algún medicamento que estemos tomando interfiere en las posibilidades de lograr una maternidad tardía.

La salud de nuestra pareja: es importante saber que nuestra pareja se encuentra también en buena forma física. Es conveniente hacerse un examen físico, llevar a cabo una buena alimentación, reducir los niveles de estrés al mínimo con una buena rutina de ejercicios. Solo con reducir el estrés y mejorar el estado físico en general, aumenta la producción de espermatozoides lo que es ideal para lograr tu propósito de ser mamá después de los 40.

Evitar obsesionarse:  hay que evitar de cualqueir forma el hecho de obsesionarse y ponerse ansiosas. La ansiedad está totalmente contraindicada cuando se busca ser mamá después de los 40. De hecho, disminuye las probabilidades de embarazo. Las tensiones son negativas para una, para el desempeño sexual y la fertilidad de nuestra pareja. Es bueno poder tomarse un descanso o unas vacaciones para relajarse y salir de la rutina cotidiana.