por Muchas son las tareas a la hora de organizar un cumpleaños: determinar el lugar dónde se festejará, el cotillón, los juegos, la animación y, por supuesto, la comida. La hora de las papas fritas, chizitos y panchos se convirtió en el momento mágico de los chicos para comer lo que habitualmente no consumen, pero que en el trasfondo esconde una suba calórica que es también importante tener en cuenta.
La Fundación DAAT, que trata la obesidad y la diabetes, realizó una encuesta aleatoria a 100 niños de entre 6 y 10 años de diferentes barrios de la ciudad para determinar qué consumen en cada cumpleaños. Las cifras alarman : cuando concurren a fiestas infantiles, ingieren aproximadamente 4700 calorías, es decir que sólo ese día abarcan 174% de la recomendación diaria. Más aún, si un chico tiene en 1 mes, 4 cumpleaños, estará sumando un requerimiento calórico extra de 7 días de alimentación. Es decir que, a nivel de comidas, ese chico se alimentó como si el mes tuviese 37 días. El problema que aparece actualmente en este tipo de situación es que acostumbramos a los niños a que lo principal pase por lo que se come y no por cómo divertirse.
Lo más grave es que la obesidad conlleva otras enfermedades como la diabetes, hipertensión, alteraciones del sueño, caries, hasta problemas de personalidad y autoestima. Las golosinas son alimentos elaborados que contienen un alto contenido de hidratos de carbono, grasas, sal, colorantes y saborizantes. Por lo tanto, su ingesta en los cumpleaños implica un aporte anormal y exagerado de calorías para un niño.
En Argentina, 6 millones de niños están excedidos de peso y la prevalencia de sobrepeso al crecer es del 15% mientras que la de obesidad es del 5%. En efecto, la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Ante esto, existen distintas propuestas para generar un menu saludable para los cumpleaños. Por ejemplo, incorporar productos en su versión light, como aderezos, gaseosas, jugos, postres dulces y el bizcochuelo. También se puede optar por sandwiches de queso y tomate, salchichas de copetín sin pan, vainillas, galletas sin azúcar, alfajores de arroz, frutas variadas, licuados y, siempre considerar realizar la ingesta en un sólo intervalo. Lo mejor es que este intervalo se realice al principio del festejo, cuando el chico llega con hambre, y el resto dedicarlo a la recreación. La comida nodebe ser el factor primordial, lo divertido de un cumpleaños tiene que pasar por la animaión, diversión y distensión que produce.
Para los padres que deseen de todas formas festejar con el típico menu de un cumpleaños, hay trucos para que la ingesta calórica no sea tan excesiva. Como servirle a cada chico en un plato una porción mediana de cada alimento. Hay que tener presente que los snacks tienen la propiedad de generar el deseo de seguir consumiendo si los tenemos cerca y a mano.
