25 de abril de 2024

Tener líquido amniótico en exceso

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El líquido amniótico es una solución acuosa estéril que circunda al bebé durante la gestación y que funciona como una barrera de protección frente a las posibles lesiones externas como de la presión que puedan ejercer los órganos de la madre. Además, es nutritivo, el bebé puede tragarlo y así obtener de él, iones y proteínas necesarias para su desarrollo.

Los hidramnios o polihidramnios es una complicación que se da de forma no muy frecuente en las embarazadas y consiste en tener mucha cantidad de líquido amniótico. Puede ocasionarse debido a la diabetes gestacional, pero ésta no es la única causa, ya que también puede tratarse del resultado de algunos problemas en el feto como anormalidades gastrointestinales, cromosómicas, insuficiencia cardíaca infección congénita. Sin embargo, en muchas ocasiones, no se detecta ninguna causa para el exceso de líquido, lo que significa que tanto el embarazo como el parto y el bebé serán completamente normales, si bien el riesgo de prematuridad aumenta bastante.

El líquido amniótico comienza a formarse a partir de la cuarta semana de gestación y tiene modificaciones durante el embarazo. Empieza siendo plasma ultrafiltrado de la madre y a partir de la semana 12 el feto empieza a contribuir a su aumento hasta que en torno a la semana 20 el 90 % del líquido amniótico está producido por su propio riñón. Va aumentando hasta la semana 36 , luego comienza su paulatino descenso. El exceso de líquido o hidramnios sucede cuando el feto produce demasiado líquido o cuando no consume lo suficiente, dando lugar a este desequilibrio. Puede tratarse de un trastorno leve o severo y serán los profesionales médicos quienes lo detecten y realicen su seguimiento. Una vez descubierto, los médicos realizan un seguimiento y control frecuente del líquido amniótico para comprobar su aumento. De ser necesario, se llevará a cabo una extracción mediante la técnica de amniocentesis.