19 de abril de 2024

Mitos y verdades sobre la inteligencia de los bebés

Toda mamá suele destacar o mostrarse orgullosa de la inteligencia de su hijo. Cuando son bebitos y el aprendizaje ylos avances son bien notorios, comienzan a circular muchos mitos y falsedades en torno a su capacidad mental.

mitos y verdades sobre la inteligencia de los bebés

Algunos de estos mitos son:

  • Los bebés con la cabeza más grande son más listos. Falso. Es cierto que el crecimiento del cerebro del bebé como órgano se percibe en el aumento del perímetro craneal del bebé mes a mes, pero lo que cuenta es la eficacia de las conexiones neuronales, no el tamaño de la cabeza.
  • Un niño es inteligente si lo son sus padres. Falso. Es cierto que la inteligencia del bebé viene en parte determinada por su herencia genética, pero no se mantiene inmodificable en el tiempo. Si un niño posee genéticamente una inteligencia superior, pero no recibe los estímulos adecuados ni está rodeado en un ambiente que le brinde el apoyo apropiado, no podrá desarrollar sus capacidades correctamente.
  • El embarazo afecta al desarrollo intelectual del bebé. Verdadero. El vientre materno es el ambiente en el que vive el bebé antes de nacer y por lo tanto todo lo que le ocurra a la madre durante esa etapa incidirá directamente en el desarrollo del feto y, posteriormente, en el crecimiento intelectual del bebé.
  • Las niñas son más inteligentes que los niños. Falso. No existen más diferencias entre la inteligencia de los niños y las niñas que las que la propia sociedad inculca. Ellas pueden destacar en ciertas habilidades y ellos en otras, todas importantes, pero la capacidad intelectual depende de cada individuo y no del sexo al que pertenezca.
  • El cerebro de los bebés crece ininterrumpidamente. Falso. El cerebro crece de a poco y, las conexiones que se van estableciendo dentro del mismo, lo hacen de manera secuencial, una detrás de otra. Hasta que una red de conexiones neurológicas no está constituida totalmente, por ejemplo, la que va a ayudarle a ser capaz de agarrar un objeto conscientemente, no se pone en funcionamiento la siguiente. El crecimiento se realiza por etapas coincidiendo con las fases del desarrollo cognitivo del bebé, de 0 a 1 mes hacen ciertas cosas, de 1 a 4 desarrollan otras, etc. El ritmo es diferente en cada niño y también depende de la manera en la que se le estimule, pero lo que es cierto es que hasta que no consigue realizar lo que corresponde a cada etapa (que puede durar más o menos) no iniciará la siguiente habilidad.
  • A medida que cumplimos años el cerebro es más activo. Falso. El cerebro de un bebé es incluso más activo que el de un adulto, sobre todo durante su primer año. Lo que ocurre es que el cerebro del adulto es más “sabio” debido a que ya ha desarrollado las habilidades adecuadas.