28 marzo, 2024

Errores que suceden o cometemos que hacen que nuestros hijos se despierten por las noches

No suele suceder a menudo, pero mucho padres son «afortunados» y tienen hijos que se duermen enseguida, de corrido oda la noche casi desde el primer o segundo mes de vida. Pero hay varios que aún con pequeños de 2 o 3 años deben levantarse porque el chiquito se despertó y uno a veces no sabe qué puede sucederle.

Seas del tipo de padre o madre que seas, existen una serie de factores de los que no siempre podemos escapar y que cuando se dan, aparecen esas noches que nos resultan una «pesadilla». Se trata de esas noches agotadoras, en que los niños pueden llegar a despertarse a cada hora, y nosotros terminamos «arruinados» y de muy mal humor (ni hablar si las siuaciones se tornan muy frecuentes). Especialmente, cuando debemos levantarnos temprano y tenemos que ir a trabajar, en un estado deplorable.

Hasta los niños que mejor duermen, pasan algunas noches complicadas de vez en cuando.

Errores que suelen cometerse o que suelen suceder

  • El chico empachado se desvela

Es impresionante lo extendida que está la creencia de que si un niño que come bastante, dormirá mejor de noche. Muchos piensan que con una buena cena y de postre una mamadera con cereales, el chico descansará mejor. ¿Somos conscientes del volumen de comida que supone eso? Imagina el tamaño de su estómago viendo su cuerpo y piensa si es compatible con la cantidad de comida que a veces pretendemos que se tomen. Al igual que nos pasa a nosotros, comer mucho nos puede dar una sensación de sopor inicial, pero no es algo duradero. Comer demasiado está medicamente relacionado con: pesadez, dolor de estómago, gases, acidez, nauseas, cansancio, debilidad, dolor de cabeza o de piernas. Puede que gracias al cansancio consigamos que se duerman antes, pero tenemos altas probabilidades de que su descanso se interrumpa con más despertares o incluso vómitos.

  • Que tengan la nariz tapada durante la noche

Quizá piensas que al destapar la nariz de tu hijo/a, se enfadará y excitará y complicará el momento de conseguir que se duerma. En realidad, es cierto que eso puede pasar, pero el proceso de hacerle un lavado nasal antes de dormirse cuando tienen mocos, es una inversión. Los niños congestionados durante el día, se atascan totalmente en posición horizontal al dormirse, despertando infinitas veces durante la noche por no poder respirar. Es muy posible que no te agrade el proceso, que te de pena hacerle pasar por ello, o incluso que caigas en la tentación de no hacerlo pero después enseguida llegará el arrepentimiento.

Los aspiradores nasales no sirven, lo único que eliminan son los restos más próximos a los orificios nasales. Lavar su nariz con suero fisiológico puede suponer horas respirando con normalidad sin que se despierte. Puede llevar unos 5 minutos y aunque algunos se resistan un poco (no todos), será mejor para ellos que una noche entera incómodos, sin poder respirar. Exisen muchos tutoriales en YouTube sobre como hacer lavados nasales con suero.Entre las distintas posiciones recomendadas, la ideal es colocarles de lado y usar mono dosis de Suero Fisiológico de unos 10 ml con boca ancha  para que salga el líquido con facilidad arrastrando los mocos con la ola que forma.

  • Está cansado pero no agotado

Un dia con bastante actividad física, mental y emocional, va a facilitar una noche de descanso reparador. Pero, un agotamiento excesivo produce el efecto contrario por culpa del malestar físico. Esto se traduce en irritabilidad y dificultad para arrancar el sueño y para mantenerlo.

  • Usar pantallas o dispositivos electrónicos antes de irse a dormir

Existen cada vez más estudios científicos, que alertan de que la iluminación artificial de las pantallas en momentos previos al sueño, provoca interrupciones en los ritmos circadianos que rigen el funcionamiento de nuestro cuerpo. Esto significa que nuestro organismo, que está acostumbrado a adaptar nuestras funciones fisiológicas a los tiempos de sueño y vigilia, ve alterado su funcionamiento por la confusión que le produce este tipo iluminación en momentos previos al sueño nocturno. Por ello, es importante evitar el uso de pantallas de todo tipo, en las horas previas a irse a dormir. Esto es aplicable a niños y mayores. Es bueno cambiar de hábitos y por ejemplo, dejar de llevar el celular o Tablet a la cama. Como para todo, el ejemplo de nuestras actuaciones, es la mayor fuente de aprendizaje para nuestros hijos.

  • Darles un baño que termina por estimularlos

Hay niños para los que el baño es un momento de relax y calma, pero no es así para todos. Los baños excitantes por juegos muy activos o simplemente porque el niño no disfruta con esta actividad, dificultarán el que a continuación, se queden dormidos fácilmente. Si no es muy aficionado al momento del baño, es mejor realizarlo a otra hora del día.

  • Usar colonias que contienen mucho aroma

Olores demasiado intensos pueden dificultar el inicio del sueño. Es muy habitual bañar a los niños de noche y a continuación echarles cremas o colonias para bebés. Aunque el producto que usemos no parezca tener un aroma demasiado intenso, puede ser molesto para el niño, ya que solemos usar mucha cantidad en relación con su tamaño. Nosotros no solemos usar productos perfumados para dormir, pero la mayoría de los cosméticos para bebés si los tienen.Son claros indicios de que el perfume que lleva encima el niño es excesivo, los estornudos o que se frote la naricilla poco después de haberlo utilizado. También reacciones en la piel como enrojecimiento, manchas, o granitos.

  • NO se aconseja utilizar el método Estivill

A pesar de las duras críticas que muchos pediatras, matronas, neurólogos, psicólogos y otros profesionales han hecho del método Estivill y otros similares, siguen contando con padres que lo aplican sin saber de sus efectos negativos o posibles consecuencias. Este tipo de métodos de «aprendizaje de sueño» no enseñan a los niños a dormir seguido sin despertarse. Lo que aprenden, es a no llamarte o llorar para que acudas a su lado, porque no vale de nada. Es como si se acostumbraran, poco a poco, a la sensación de abandono (descripto así por psicólogos y psiquiatras pediátricos).

  • Que se sientan cómodos con una temperatura adecuada

El cuerpo cuenta con mecanismos de supervivencia. Una temperatura en nuestro entorno demasiado fría o caliente, provoca que nuestro cuerpo dispare la alarma, e interrumpa nuestro sueño. Muchas tienden a abrigar demasiado a los niños, y esto interfiere en su confort de día y de noche.

  •  Irritaciones intestinales

Una causa muy frecuente de visitas nocturnas a urgencias los primeros meses de vida de los bebés, suelen ser los «atascos intestinales». Es muy común que al hospital lleguen padres preocupados y desesperados porque a su hijo/a le pasa algo y no saben qué es. Describen «llantos desesperados y de angustia», bebés que se retuercen por algún dolor, irritación, despertares continuos o incapacidad para quedarse dormidos. El problema es más simple de lo que parece, cuando nos lo explican. Los bebés pasan una etapa en la que aún no controlan la contracción voluntaria del esfínter anal externo. Por ello, a veces cierran el esfínter sin dejar salir las heces, y pueden pasar días sin hacer sus necesidades por no relajar la zona permitiendo la salida de las mismas. El tracto final del intestino y ano están llenos, pero no hay salida hacia el exterior. Esta situación les provoca gases y dolores abdominales (más intensos cuanto más tiempo lleven de atasco). Hablar con el pediatra si pensás que tu bebé tiene problemas de este tipo, para saber cómo actuar y resolver la situación antes de que arranquen las noches «infernales» tanto para una como cpara elpobre chiquito que no la está pasando nada bien.

  • Tomar mucho líquido antes de acostarse

Dar mucho de beber a un bebé en las últimas horas del día y una mamadera para dormirse, puede ser el principio de una noche espantosa. Es un error del que no nos damos cuenta, y que nos mete en un círculo vicioso del que es complicado salir. Con tanto líquido el bebé tiene la vejiga muy llena y está incómodo, se despierta enfadado, y entonces terminamos recurriendo a otra mamadera para serenarlos. Esto nos vuelve a poner en el punto de partida: niño con la vejiga llena, molesto, enojado, y encima, con más sueño. La noche se puede convertir en un circuito sin fin, en el que repetimos el proceso una y otra vez.

Los males con cariño, son menos males. Hay que intentar mantener la calma a pesar de lo desquiciante que pueda resultar la falta de sueño y no olviar que ellos tampoco disfrutan noches como estas.