24 de abril de 2024

La Generación “verde”

El cuidado del medio ambiente es algo que suele educarse desde la infancia, en el entorno intimo familiar, pero también es muy cierto que se trata de un tema generacional. Los más chicos son cada vez más conscientes de los problemas ambientales, aprendieron a reciclar y tienen incorporados los cuidados del planeta. Algunos son más activos, otros menos, pero ninguno es indiferente a la situación. O sea que, además de haber nacido con la tecnología, esta generación trae en su ADN la preocupación por el medio ambiente. Nacieron y crecieron en un mundo en el que la contaminación y los problemas causados por el hombre ya no están en discusión. Son la primera generación de nativos sustentables.

Actualmente, 6 de cada 10 jóvenes de entre 14 y 30 años tienen algún grado de compromiso ambiental: el 11% son embajadores de la causa; el 31%, nativos ambientales con un alto compromiso, y el 17%, seguidores que se sienten atraídos por lo sustentable. Apenas un 5% de ellos no suelen llevar a cabo algún tipo de sacrificio para cuidar el entorno.

Las conclusiones apuntan a que es la primera generación con conciencia ambiental: asumen un compromiso activo aunque piensan que heredaron el problema, sienten que están en el momento de generar el cambio. El 53% cree que su generación es la primera en tener un verdadero compromiso con el medio. Consideran que habitan un mundo hipócrita: que la preocupación por lo sustentable suele quedarse en lo discursivo y que una generación le pasa a la siguiente la responsabilidad de cambio. Sienten lo cotidiano como campo de batalla: prefieren abrazar causas que están en su órbita diaria, como reciclar su basura o recircular sus pertenencias o en las que pueden colaborar siendo viralizadores. El conocimiento y la conciencia de la cuestión ambiental van en continuo aumento, y es un proceso irreversible.

Muchos chicos y jóvenes que han abrazado la causa “verde” llevan adelante accciones como:

  • Intentar comprar cosas con mínimo envoltorio y hacerlo a empresas responsables con el medio ambiente.
  • No compran agua embotellada, siempre suelen llevar consigo una botella para rellenar.
  • No utilizan accesorios innecesarios como aritos, anillos, pulseras, maquillaje ni esmalte.
  • Separan el papel y se lo dejan a los cartoneros que pasan por sus casas y/o edificios.
  • Intentan tener la menor cantidad de cosas posible, y que en sus placares sólo haya ropa que verdaderamente usan. Nada de comprar por comprar y nada de acumular prendas sin sentido.
  • Cambian el celular cuando éste deja de funcionar.
  • No suelen fumar ni tomar gaseosas y comen poca carne.
  • No dejan la canilla abierta cuando, por ejemplo, se lavan los dientes y, tratan de no demorar más de 10 minutos en ducharse.
  • Se ocupan de permanecer informados sobre lo que sucede en cuestión ambiental.
  • Muchos participan de movilizaciones que exigen mejoras al Estado y a las empresas
  • Estudian, analizan y divulgan las problemáticas socioambientales.
  • Realizan compost con los restos de frutas, verdura, yerba, café, té y todo lo que pueda biodegradarse rápidamente para convertirse en tierra fértil.
  • Tratan de no aceptar bolsas de plástico en los comercios o productos descartables que no necesitan.
  • Buscan consumir productos orgánicos, de granjas que trabajan con una ideología similar a la que ellos practican. Por ejemplo, la leche y el yogur orgánicos vienen en frasco de vidrio, que después los usan para poner agua o jugo, y cuando acumulan varios, éstos son devueltos al local en donde fueron adquiridos.

Los millennials verdes están dando paso a una generación que cambia sus modos de consumo: asistimos a la transición del bon vivant al green vivant, que es un consumidor que disfruta de la buena vida, que prefiere conectarse con las cosas en su modo más simple, para quien representa un valor a la hora de comprar, sentir que está cuidando el medio ambiente. Es así como consideran que es cool consumir productos de empresas responsables. Esto podría ser un engaño. Podría dar lugar a un marketing verde, carente de contenido. Sin embargo, para los nativos sustentables eso representa un disvalor en una marca. Se espera de las empresas un compromiso serio, sin dobles intenciones. No basta con ser prolijos con el proceso, demandan compromiso y les entristece que se hagan negocios con la excusa de la sustentabilidad.

Los nativos sustentables prefieren marcas más humanas y conscientes de sus limitaciones. Demandan transparencia. No esperan empresas 100% verdes, en cambio que tengan la honestidad de mostrar la evolución. Son parte de otras tendencias a nivel generacional. Del poseer al acceder. Comprar, vender bienes usados y alquilar una vivienda en lugar de ahorrar para comprarla más adelante, hoy es una forma de acceso que pone en funcionamiento una lógica de comunidad y economía colaborativa, indica el informe. Acceder en lugar de poseer permite hacer un ugprade en bienes con menor costo y menor culpa. El acceso al bien reemplaza la búsqueda de propiedad y ostentación del bien. Así la economía colaborativa cobra alta popularidad. Y se redefinen las relaciones entre pares. Cobra valor la economía colaborativa, la producción local, el reciclado. En la economía colaborativa y en el comprar y vender usado, se busca generar un ahorro económico y comenzar a instalarse como una forma de intercambio más sustentable. Colaboración versus transacción: la clave son las relaciones y no lo transaccional. Esto tiene un gran potencial de crecimiento.

Esta generación encuentra en la tecnología una herramienta de acción. Un “clic de distancia es suficiente” para producir un cambio. Las redes son su ámbito de acción, les permite sentirse menos solos. Sin embargo se trata de una forma de participación de “bajo sacrificio”, de actuar con poco esfuerzo.