23 de abril de 2024

El “cuerpo ideal” impuesto por la sociedad actual afecta seriamente a niños y niñas

Cuando las personas, y principalmente los niños y las niñas, se preocupan por su peso, terminan tomando decisiones saludables para cuidarse. Sin embargo, cuando existe un cuidado y una obsesión exagerada al respecto, los chicos/as toman cualquier clase de medida, generalmente insana y nada saludable para, supuesamente, llegar a obtener ese físico “ideal” que tanto desean y anhelan. Todo, en parte gracias a los tiempos que vivimos, a la sociedad, a la influencia cultural actual y, a los medios de comunicación que no hacen otra cosa que incentivar semejante barbaridad.

Estudios científicos explicaron cómo los medios influían positiva o negativamente en las personas. Muchos de ellos se enfocaron expresamente en la manera en que el cuerpo ideal de las actrices famosas dominaba sobre la percepción y autoestima del público femenino. Y debido a que “el modelo” a seguir iba alterándose de curvilíneo a una delgadez (extrema), enfermedades como anorexia nervosa o bulimia empezaron a brotar casi inevitablemente. Hasta hoy en día, no son pocas las mujeres que seguimos viviendo en un paradigma regido por el mundo de los medios; sin embargo, al enfocarnos sólo en una cuestión femenina, hemos sesgado la propia reacción de este fenómeno en la autoestima y percepción de los hombres.

En la última década, muchos hombres y niños también se encuentran preocupados por su fisonomía y por aumenar su musculatura. Si bien es común que entre adolescentes y jóvenes surja esta inquietud por un cuerpo escultórico, muchos otros utilizan productos dañinos para mejorar su físico, arriesgándose a desórdenes hormonales o fisiológicos; incluso se han relacionado con el desarrollo de obesidad, depresión y abuso de sustancias.

No son pocos los adolescentes que preocupan por tonificar los músculos, por lo que utilizan suplementos hormonales o esteroides anabólicos para alcanzar el físico deseado; mientras otros tantos se preocupan en extremo por mantenerse delgados pero con músculos. No obstante, independientemente de la edad o del índice de masa corporal, los hombres que se preocupan demasiado por mantenerse delgados (y sin músculos) tienden a desarrollar síntomas depresivos. A pesar de que no son tan conocidos este tipo de desórdenes en hombres, los científicos han propuesto redefinir los síntomas para diagnosticar trastornos relacionados con el aspecto físico y con la alimentación tanto en hombres como en mujeres; ya que la manera en que los experimentan cada género es de manera diferente.

¿Qué es el TCD?

Existe una excesiva preocupación por algún defecto imaginario en la apariencia por parte de alguien que, en realidad, se ve razonablemente normal; esta sensación, también llamada “fealdad imaginaria”, se le conoce como Trastorno Corporal Dismórfico (TCD). En el cual, los determinantes sociales y culturales de belleza e imagen corporal definen, en su mayor parte, lo que está “deforme”. Por ejemplo, cuando una persona se somete a numerosas operaciones plásticas: que la nariz, para levantar las cejas o los labios, para eliminar las arrugas, aumentar el músculo o hasta los genitales. Y, el TCD se manifiesta de manera diferente tanto en hombres como en mujeres: mientras que las segundas desean ser más delgadas, los primeros se sienten presionados tanto en ganar peso como en perderlo. Hay muchos hombres quienes desean ser más delgados y se enfocan en lograrlo; pero muchos otros quieren pesar más o, al menos, tonificar y definir más los músculos. Eso es un diferente físico. Incluso existe un porcentaje de adolescentes regulares que se perciben a sí mismos por debajo de su peso ideal.

¿Qué implicaciones tiene eso en la salud de los niños?

Estos ideales físicos se formaron a partir de los mismos ideales culturales, los cuales se han convertido en inductores de ansiedad, debido al deseo de la perfección como sinónimo de la delgadez. Solíamos discriminar (y aún lo hacemos) a las mujeres, en términos de los medios. De hecho, basta con ver a las ganadoras de Miss Universo o a las modelos que se han ido enfocando cada vez más y más en la delgadez.

Hubo un momento en el cine popular que trataba de retratar la vida de un individuo regular, sin embargo, de pronto, se encargó de inundar nuestras propias idealizaciones y sueños acerca de la vida. De cierto modo, esa esperanza nos hizo creer en el sueño prometido del placer eterno al ser delgados o musculosos; nos proporcionó la imagen de cómo las cosas podían llegar a ser, hasta convertirse en un espejo distorsionado de la ilusión de las personas. Sin embargo, ahora son las personas regulares quienes intentan moldearse a las figuras cinematográficas. Y en términos psicológicos, el público primero se identificó con aquellos personajes y luego introyectó su imagen para tratar de vivirla de manera similar.

Por ello, mientras las revistas y las películas sigan ofreciendo cuerpos fuera de la norma, tanto hombres como mujeres seguirán tratando de alcanzar esos ideales ficticios. El mundo de los medios se convirtió cada vez más en una oportunidad de discriminación. El cuerpo de los hombres ya tampoco son suficientemente buenos. Incluso los juguetes contribuyen inconscientemente a esos mensajes distorsionados del ideal corporal

¿Cómo actuar? ¿Qué hacer al respecto?

Los expertos en la salud recomiendan mantener un contacto cercano a sus hijos, tratando de realmente escuchar sus preocupaciones a través de conversaciones cotidianas. Incluso, comprender el manejo de estereotipos que se han manejado a lo largo de estas dinámicas de los medios; y así poder explicarles a los niños la importancia de la salud, sin necesidad de tomar caminos inseguros.