19 de abril de 2024

¿Cómo son las nuevas Cajas de Ahorros para niños?

Buscar mayores niveles de bancarización es uno de las metas explícitas de la nueva administración del Banco Central. En ese sentido, la decisión de autorizar, a mediados de 2016, a las entidades financiera a abrir cajas de ahorro para los menores de 18 años, va a cumplir, en parte, con ese objetivo. La iniciativa aún se encuentra bajo análisis, diseño y pulido en los principales bancos comerciales y sería implementada durante el 2017. Se busca incluir desde edades tempranas a los jóvenes en el sistema financiero formal, de manera de ampliar la base de individuos que se acostumbran desde chicos a valerse de tarjetas de debito y hacer pagos online, en vez de manejar solo dinero cash; y también, empezar a generar conciencia de ahorro a largo plazo y planificación en las nuevas generaciones, un práctica que es un tema desconocido para los sub 20/25.

Las nuevas cajas, permitirán al menor tener una tarjeta de débito a su nombre y estar autorizado para extraer efectivo de cajeros automáticos, comprar en comercios y hacer transferencias o pagos a través de cualquier medio electrónico (homebanking, cajeros automáticos, apps para celulares). El titular de esta caja de ahorro será el padre, la madre o representante legal del menor, quien podrá decidir un límite diario máximo de débitos, en una o más transacciones.

Al igual que muchos otros hábitos, aquellos que se incorporan a temprana edad se logran con menos resistencia y más profundidad. Lo mismo sucede con la educación financiera, y por eso la importancia de incorporarla cada vez más temprano. Cuanto antes aprendemos a usar los recursos y herramientas financieras, contribuimos a acelerar el desarrollo económico de las personas, y también del sistema financiero en su conjunto. La medida del BCRA permitirá incentivar y desarrollar la cultura del ahorro de mediano y largo plazo y el uso de este instrumento financiero posibilitará la existencia de un universo de adultos jóvenes con una mayor conciencia vinculada a la prevención y la inversión.

Un concepto básico de la educación financiera es que las cosas tienen un costo y por eso, si ese joven o niño quiere comprar algo es importante ahorrar. Es útil que el niño tenga una cuenta para que sepa con cuánto dinero cuenta y pueda establecer sus metas de ahorro. Claro que, pasar de la teoría a la práctica, no se logra de un día para otro. La recomendación de especialistas en planificación financiera es que sean los propios adultos quienes den los primeros pasos. Se educa con el ejemplo, y para trasmitir consejos sobre educación financiera a los más chicos, debemos ser mínimamente ordenados ya que ellos, en algún momento crecerán, se darán cuenta de esa falencia y ahí vendrá el tan mentado revés “¿por qué tengo que hacer eso si vos no lo haces? El ejemplo es el mejor camino para enseñarles a los hijos cómo manejar el dinero. Lo sabemos: ellos imitan lo que ven y escuchan. Por eso, si observan que los padres ahorran, que trabajan mucho para conseguirlo y que se manejan con prudencia en los gastos, seguramente tiendan a hacer lo mismo.

Algunos tips que pueden ayudar a introducir a los chicos en el valor del dinero y la forma de planificar su uso, es otorgándoles una suma mensual o semanal para los gastos. Ese dinero ahora podrá estar en una caja de ahorro y usarlo pagando con una tarjeta de débito. La idea no es sólo repartir plata sino transferirles a ellos algunas responsabilidades. Pueden, por ejemplo, comprarse algún jueguito de la Play que les guste o, si son más grandes, afrontar los gastos de su celular con su mensualidad. Ponerles algún objetivo simple para que adopten ese compromiso.

A los 12 o 13 años los chicos ya pueden diferenciar entre ahorrar e invertir. Es un buen momento, entonces, para hacerles entender cómo funciona una cuenta bancaria y que por fin abandonen la alcancía. Una buena opción es abrirles una cuenta para que ellos puedan depositar su dinero y aprendan a manejarse con la tarjeta de débito. Será clave el papel de los padres para que transmitan a sus hijos la importancia de generar una base que les permita proyectar el futuro. Si las familias utilizan diversos instrumentos para generar bases sólidas que además permitan sustentar proyectos para el futuro de los niños, la educación financiera de ellos se verá potenciada. Esta educación temprana en la administración financiera les dará más herramientas en un futuro para hacer frente a una contingencia. De esta manera -avanzan- si el día de mañana son emprendedores, autónomos, o trabajan por cuenta ajena, pero tienen un traspiés, un negocio sale mal, uno o varios clientes no les pagan, tendrán un fondo de ahorro para emergencias, que han ido creando a lo largo de los años y podrán superar esta circunstancia con más facilidad.